La Enfermedad de Parkinson, en ocasiones, resulta difícil de diagnosticar por la similitud de síntomas existentes con otros trastornos neurológicos. Sin embargo, el diagnóstico precoz de los signos de alerta constituye una parte fundamental en esta enfermedad neurodegenerativa.
¿Qué es el Parkinson? España en cifras
Unas 120.000 y 150.000 personas padecen Parkinson en España, de acuerdo a la Sociedad Española de Neurología (SEN). El Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común, después del Alzheimer, caracterizada por una pérdida progresiva de las células que producen la dopamina en el cerebro.
Definiendo la dopamina como el neurotransmisor esencial para la transmisión de señales entre las células nerviosas, su deficiencia genera diversos síntomas como alteraciones motoras, trastornos del sueño, depresión, ansiedad y deterioro cognitivo. Las estimaciones indican que la cifra de afectados por la enfermedad se duplicará en dos décadas y se triplicará en 2050 a nivel español.
Ante este escenario, la detección a tiempo es imprescindible: analizar los signos tempranos que pueden desencadenar en el diagnóstico, permite obtener el mejor control posible de la afección y garantiza la mejora en la calidad de vida del paciente.
Síntomas de Parkinson precoz
Si has notado que te mueves más despacio, que tus movimientos son menos fluidos o que sufres temblores en las manos, no te precipites, pero estate alerta. Los síntomas del Parkinson suelen aparecer gradualmente. En un principio, los movimientos pueden ser lentos o imprecisos, y la persona puede sentirse más débil o cansada que de costumbre.
Los síntomas más reiterados de esta enfermedad incluyen:
1. Temblores
Son los más frecuentes. El temblor en la mano, pierna, o cualquier otra extremidad suele ser la primera señal y la más característica del Parkinson que comienza de forma intermitente.
Habitualmente el temblor empieza en un lado del cuerpo, y el movimiento es rápido e involuntario.
2. Rigidez muscular
Una enfermedad crónica que afecta el sistema nervioso central, generalmente se caracteriza por movimientos corporales lentos, rigidez muscular e inquietud. La rigidez muscular y los temblores se producen generalmente por separado, pero en algunas personas pueden presentarse juntos.
3. Alteración en el sueño
La mayoría de personas con Parkinson han experimentado problemas para dormir antes de desarrollar síntomas motores. Agitaciones, convulsiones, movimientos bruscos… las alteraciones durante las horas de sueño son uno de los primeros signos comunes.
¿Por qué? El sueño, fundamental para mantener sano nuestro cerebro y músculos, se ve afectado y los pacientes no disfrutan de ese estado regenerativo del cerebro que sucede con el descanso.
4. Mareos
A pesar de que los mareos y desmayos son síntomas de la hipotensión o presión arterial baja – fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias -, guardan una relación estrecha con el Parkinson.
Algunos pacientes se marean cuando van a subir escaleras, levantarse de la silla o la cama. Esto supone una complicación común que con frecuencia no se diagnostica.
5. Cambios en el habla
La dificultad al hablar es uno de los trastornos más frecuentes y difíciles en esta enfermedad. Se debe a la degeneración progresiva de las células nerviosas que controlan el movimiento.
Suele identificarse por la debilidad de la voz, la dificultad para iniciar una conversación, el tartamudeo, el habla lenta o rápida, la voz baja, entre otros.
6. Dificultad para escribir
Los problemas con la escritura está asociados a las personas que sufren Parkinson. Cambios en la escritura como palabras escritas más pequeñas o apretadas son signos tempranos de la enfermedad.
El estudio de estos factores es necesario para encontrar un diagnóstico y un tratamiento efectivo. Hoy existen fórmulas de tratamiento destinadas a mejorar el bienestar de las personas con Parkinson. Pregunta a tu médico para conocer más información al respecto.