¿Cuándo es el momento ideal para volver a quedarte embarazada? ¿Cuánto tiempo debe pasar desde el primer embarazo? ¿Es bueno tener dos bebés de forma seguida? ¿Qué pasa si han pasado muchos años entre un embarazo y otro? Estas son algunas de las preguntas que más se hacen los padres recientes que desean ampliar la familia en un corto periodo de tiempo.
Durante el periodo de gestación, el cuerpo de la mujer experimenta varios cambios tanto a nivel físico como psíquico, siendo necesario un tiempo de recuperación posterior. Esto hace que sea importante meditar sobre el mejor momento de buscar el segundo embarazo, para así garantizar una buena salud tanto de la madre como del bebé.
En este post te indicamos el tiempo más recomendable que debe pasar entre un embarazo y otro.
¿Cuál es el tiempo de espera ideal entre un embarazo y otro?
¿Qué opinan los expertos? La Organización Mundial de la Salud recomienda un intervalo mínimo de dos años entre un embarazo y otro, ya que asocian los intervalos menores a 18 meses a un mayor riesgo para el bebé. Todo esto debido a factores como el parto prematuro, un pequeño tamaño para la edad gestacional, las complicaciones pediátricas derivadas, o el bajo peso al nacer.
Las conclusiones de la OMS determinan que, con un intervalo superior o igual a 24 meses, se reduce el riesgo de resultados adversos para la salud materna, perinatal e infantil. Esto sería válido tanto para cesáreas como para partos naturales. En el caso de haberse producido un aborto espontáneo o inducido, el periodo prudencial de espera sería de seis meses.
Por otro lado, un estudio de la Universidad de British Columbia, Canadá, y La Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, determinó que un embarazo en menos de un año después del parto conlleva más riesgo para la mujer, independientemente de la edad.
El estudio establece en 18 meses el tiempo recomendable hasta un nuevo embarazo, ya que ahí se encuentra la barrera de riesgo para la gestante. Además, también se añade un mayor riesgo, tanto para la madre como para el bebé, si se producen embarazos muy separados.
Tiempo de espera según el tipo de parto
Uno de los factores clave a tener en cuenta sobre el tiempo que debe pasar entre un embarazo y otro, es el tipo de parto que se haya realizado durante el primer embarazo. En el caso de haber sufrido una cesárea, es recomendable que el margen sea más amplio, con el fin de que el útero se recupere, siendo este un periodo comprendido entre 18 y 24 meses. Esto minimizaría el riesgo de sufrir una rotura uterina sobre la cicatriz de la cesárea anterior, dejando tiempo de sobra al cuerpo para recuperarse.
Por el contrario, si el primer embarazo se produjo mediante parto natural, tan solo sería necesario un periodo de 12 meses para el segundo, teniendo en cuenta que la madre goza de un buen estado saludable.
Otras cuestiones a tener en cuenta durante un segundo embarazo
Existen otras cuestiones a tener en cuenta en el momento de tener un segundo embarazo. Por ejemplo, ¿Cuál sería la mejor opción si se ha necesitado ayuda por parte de las técnicas de reproducción asistida para el primer o segundo embarazo? En el caso de que se haya tenido que recurrir a una técnica de reproducción asistida para desarrollar el primer o segundo embarazo, los condicionantes que se han mencionado en el anterior punto no variarían, ya que este tipo de embarazos no difieren en absoluto de los espontáneos.
Si el segundo embarazo llega antes del tiempo previsto, es importante seguir las indicaciones de un especialista, con el fin de evitar casos de anemia materna o hemorragias durante la gestación. También que el parto sea prematuro o que el desarrollo del bebé presente algunas deficiencias. En este caso será necesario que el especialista esté más atento al desarrollo del feto y los cambios que se produzcan en el cuerpo de la madre.
Finalmente, tampoco es conveniente que pase demasiado tiempo entre un embarazo y otro, ya que puede conllevar riesgos. No deberían pasar más de cinco años entre un embarazo y otro, ya que podría producirse un aumento del riesgo de nacimientos prematuros, hipertensión arterial en la mujer, o desarrollo de preeclampsia (complicación del embarazo caracterizada por una presión arterial alta).