La sindactilia es la fusión de los dedos de las manos o de los pies. Es decir, la conexión de dos o más dedos. En la mayoría de los casos, las zonas están conectadas solamente a través de la piel y, en raras ocasiones, se podrían fusionar los huesos.
A menudo se detecta durante la evolución médica de un niño y su forma más común es la fusión entre el segundo y tercer dedo del pie, que suele ser hereditaria.
¿Por qué ocurre?
Durante la cuarta semana de gestación, después de que la mano del bebé está desarrollándose en forma de paleta, una enzima se activa para disolver el tejido sobrante, lo que ocasiona que, a partir de la sexta semana, los dedos ya estén separados. En consecuencia, cualquier problema en la producción de esta enzima es lo que podría ocasionar una separación incorrecta y un aumento de la posibilidad de la formación de sindactilia.
Es cierto que muchos casos no tienen una causa mayor detrás, pero también hay otros que se pueden deber a defectos genéticos, exposición de sustancias tóxicas o anomalías del útero en la gestación. Esto significa que puede ser un evento aislado o asociado a una enfermedad mayor como el síndrome de down o en otras enfermedades poco frecuentes como:
- Síndrome de Apert
- Síndrome de Cornelia de Lange
- Síndrome de Carpenter
- Síndrome de Smith-Lemli-Opitz
- Síndrome de Pfeiffer
Tipos de sindactilia
- Sindactilia completa: en la ocasión de que la unión de dos o más dedos se extienda hasta la falange distal (la punta o el final).
- Sindactilia incompleta: cuando la unión no llega hasta la falange distal.
A su vez, también se puede dividir en otra clasificación:
- Sindactilia simple: en la que solo están implicados los tejidos blandos.
- Sindactilia compleja: en la que, junto con los tejidos blandos, también existe unión entre los huesos contiguos.
Tratamiento de la sindactilia
En la mayoría de los casos, ya que se presenta de forma leve, no requerirá tratamiento. Con el tiempo, podría volverse incomodo a nivel estético, pero no supone ningún riesgo grave para la salud.
Por el lado de los casos más complejos, se podría realizar una cirugía que, de acuerdo con las características de las membranas, se realiza cuando el niño alcanza los 2 años. Esta intervención quirúrgica consiste en la separación de los dedos y la cubierta del espacio con un injerto de piel propia o sintética.
Después de este procedimiento, el paciente debería usar un yeso durante varias semanas con el fin de proteger la zona y también deberá recurrir a terapia ocupacional para recuperar la función normal, especialmente en el caso de que se trate de la mano.