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Técnicas Mindfulness para practicar la atención y la concentración

Rutina Mindfulness

Pixabay

Vivir el aquí y ahora es uno de los grandes desafíos de la sociedad actual. Los ritmos acelerados de la rutina y nuestro estilo de vida no nos permiten, en ocasiones, disfrutar del momento presente. El Mindfulness se convierte así en la herramienta necesaria para aprender a ello. Sin correr hacia el futuro, vivir el presente.

¿Qué es el Mindfulness?

El Mindfulness, a pesar de parecer una técnica novedosa, es heredado de la tradición budista que se practicaba hace más de 2000 años. Pudiendo traducirse como concentración plena o atención plena, el Mindfulness es el arte de atraer a nuestra esfera consciente sensaciones de nuestro cuerpo que sentimos y no somos capaces de percibir por el frenético estilo de vida de vida que llevamos. Resulta difícil parar el reloj un instante y tomar conciencia de cada momento que vivimos. Por ello, existen técnicas que nos ayudan a mantener la calma, concentrarnos y ejercitar la atención.

Además, multitud de estudios han constatado la eficacia del Mindfulness en el abordaje de alguna enfermedad como la fibromialgia, por ejemplo.

Técnicas para la calma, atención y concentración

Disfrutar del momento, disfrutar del aquí y ahora. Dada du complejidad, te proponemos unas sencillas recetas para lograr el objetivo:

1. Respiración profunda

Aunque parezca una obviedad, es la mejor aliado para calmarnos y vivir hacia nuestro interior, escuchar a nuestro cuerpo y descifrar qué necesitamos. “La respiración de la abeja” , centra la atención en la respiración y nos libera de la angustia, el estrés y la ansiedad. Puede realizarse a cualquier edad y lugar deseado. Nos tapamos los oídos, cerramos los ojos y al espirar pronunciamos la letra m hasta finalizar la expulsión del aire.

2. Ejercicio de los cinco sentidos

observamos siguiendo este orden lo que nos dicen nuestros sentidos: 5 cosas que puedas ver, 4 cosas que puedas sentir, 3 que puedas escuchar, 2 que puedas oler y 1 centrada en el gusto tomando algún sabor y centrarse en él. Es un ejercicio fácil que nos traslada al momento presente.

3. Alimentación Mindfulness

Se trata de prestar atención plena a lo que vamos a comer. Puedes comenzar por centrarte en lo que estás sosteniendo. Comenzamos observando el alimento que tenemos en la mano, como una galleta, por ejemplo. Nos detenemos en la sensación que nos produce mirarla, su textura, color, forma… y nos focalizamos en el olor. Finalmente la llevamos a la boca muy despacio y analizando el pequeño bocado, como se deshace, cómo es su sabor… Esta actividad impulsa el descubrimiento de nuevas sensaciones con los alimentos a la vez que convertimos del momento de la comida en un disfrute del paladar sin prisa y ajenos a lo que nos rodea.

4. Observación del cuerpo

En este ejercicio, deberás ir tumbado boca arriba o sentado en una silla con los ojos cerrados. Tendrás que concentrarte en observar varias partes de tu cuerpo de forma secuencial. Empezarás por los dedos de los pies y seguirás por el torso, los brazos, el cuello y la cabeza. En cada parte corporal, analizarás las sensaciones presentes o la ausencia de las mismas.

Mindfulness mediante acciones sencillas

Integrar algún ejercicio de los mencionados te aportará múltiples beneficios. Aprende a parar, analizar y disfrutar de la realidad que acontece. Como dice el experto y divulgador de Mindfulness Jon Kabat-Zinn, «todo lo que nuestro cuerpo hace normalmente es maravilloso y extraordinario, aunque pocas veces se nos ocurre pensar en ello de esta manera».

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