Los polifenoles son compuestos antioxidantes, unas sustancias químicas llenas de ellos con efectos positivos para la salud del organismo. Estos compuestos destacan por luchar contra los radicales libres en nuestro organismo, luchan contra agentes oxidantes que causan el desgaste de las células, agentes que provocan el envejecimiento e incluso enfermedades graves en algunos casos.
Desafortunadamente, las enzimas antioxidantes que genera el organismo no son suficientes y por eso es necesario aportar algunos nutrientes para completar su función. Entonces, ¿cómo se suplen? Entre las fuentes externas para obtener estos componentes antioxidantes, están los elementos fitoquímicos, que protegen a las plantas y los animales que los consumen. Estas son sustancias químicas que tienen las plantas y que las protegen de los rayos ultravioleta y de diferentes daños.
Entre estas sustancias, se encuentran los polifenoles que también tiene varios tipos: flavonoides, ácidos fenólicos, alcoholes fenólicos, estilbenos y lignanos.
¿Qué beneficios tiene su uso?
Como hemos visto, estos compuestos no tienen una función nutritiva, puesto que no aportan calorías, ni tienen propiedades como las vitaminas o minerales, pero sí que son sustancias bioactivas que aportan otro tipo de beneficios. Tienen efectos vasodilatadores, antitrombóticos y antiaterogénicos, con los cuales pueden ayudar a reducir enfermedades cardiovasculares. Aquí dejamos algunos de los más llamativos y conocidos:
- Antilipémico y antiaterogénico: previenen la aterosclerosis y otras condiciones ocurridas por obstrucción de las arterias por la acumulación de lípidos
- Antitrombótico: mejoran la circulación sanguínea y su capacidad para inhibir la función plaquetaria, así disminuyen la probabilidad de trombos.
- Antiinflamatorio: reducen el estrés oxidativo.
- Apoptótico y antiapoptótico: favorecen la renovación celular y programa la muerte de otras células que ya están dañadas o las tumorales.
¿Cómo se pueden utilizar los polifenoles en la cocina?
Los compuestos fenólicos son micronutrientes abundantes en nuestra dieta, con un consumo promedio de 1 gramo por día. En las frutas, verduras y otros que también vienen de las plantas, varían depende de las condiciones de su crecimiento y su tiempo de cosecha.
Si bien es cierto que están en la mayoría de los alimentos, también lo es que hay algunos que destacan especialmente:
- Vino tinto: tiene diversos polifenoles como flavonoles, flavanoles, antocianinas, resveratrol y procianidinas. Sus efectos tienen relación con una mejor salud cardiovascular, pero hay que consumirlo con moderación por su carga alcohólica.
- Frutas del bosque: es decir, los arándanos, moras, frambuesas y fresas; pero naturales.
- Cacao: es de los que más flavonoides posee, pero la consumición debe ser de cacao puro, sin procesar con leche o azúcar.
- Legumbres: como las judías, soja, lentejas y guisantes.
- Aceite de oliva: entre los que destaca el virgen extra, por sus propiedades mayormente concentradas.
- También la uva, tomate, ajos, menta seca, cebollas…
De todo esto, lo importante es tomar estos alimentos directamente y no a través de suplementos que puede causar efectos secundarios, pudiendo encontrar estos nutrientes en cualquier establecimiento.