La investigación en hematología ha experimentado una transformación en los últimos años, con la llegada de terapias avanzadas que están redefiniendo el tratamiento de enfermedades como la leucemia linfocítica crónica (LLC) y el linfoma de células del manto (LCM).

Durante la IV edición de las Jornadas del Ebro: Avances en Síndromes Linfoproliferativos, organizada en colaboración de Johnson & Johnson, especialistas en hematología analizaron el impacto de estas innovaciones y destacaron la importancia de adoptar enfoques personalizados para mejorar la esperanza y calidad de vida de los pacientes.

De la quimioterapia a los tratamientos dirigidos en LLC

La LLC, el tipo de leucemia más frecuente en adultos, ha pasado de ser una enfermedad con opciones terapéuticas limitadas a un modelo de tratamiento basado en terapias orales dirigidas, que han demostrado mejorar la supervivencia y reducir los efectos secundarios.

Según la doctora Maite Olave, jefa del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, los avances han permitido que pacientes de alto riesgo, que antes no tenían alternativas efectivas, hoy puedan recibir tratamientos que prolongan su vida con una mejor calidad.

Uno de los cambios más significativos ha sido la transición hacia tratamientos sin quimioterapia, lo que permite a los pacientes recibir terapias más seguras y tolerables, muchas de ellas en formato oral y sin necesidad de hospitalización prolongada.

Más allá de la enfermedad: El papel del estado funcional del paciente

A diferencia de hace algunos años, donde la edad era un criterio clave para la selección del tratamiento, hoy se reconoce que el estado funcional del paciente es un factor más determinante que la edad cronológica.

La doctora Olave subraya la importancia de evaluar aspectos como:

  • Movilidad y autonomía del paciente.
  • Presencia de otras enfermedades crónicas.
  • Estado cognitivo y emocional.

Además, destaca que la creación de equipos multidisciplinares, que integren especialistas en geriatría, rehabilitación y cardiología, podría mejorar la respuesta de los pacientes a los nuevos tratamientos.

LCM: Un nuevo horizonte con terapias avanzadas

El linfoma de células del manto (LCM) es una enfermedad de evolución agresiva que históricamente ha presentado pocas opciones terapéuticas y un pronóstico reservado. Sin embargo, la llegada de nuevas estrategias terapéuticas ha abierto un panorama más optimista.

La doctora Eva González Barca, coordinadora de la Unidad de Linfomas del Institut Català d’Oncologia, destaca dos enfoques clave en el tratamiento del LCM:

  • Los inhibidores de la tirosina quinasa de Bruton (iBTK). Han mostrado resultados positivos en pacientes en recaída y podrían convertirse en un tratamiento estándar en primera línea.
  • La inmunoterapia con células CAR-T, que está revolucionando el tratamiento de los linfomas agresivos y ofreciendo respuestas más duraderas.

El reto de personalizar el tratamiento en LCM

A pesar de estos avances, aún existen desafíos en el tratamiento del LCM. Estos se dan especialmente en pacientes que no responden a los iBTKi o que no son aptos para recibir terapias CAR-T.

Para abordar estas limitaciones, la investigación actual se centra en:

  • Desarrollar nuevos fármacos dirigidos con mayor eficacia y menos efectos adversos.
  • Identificar subgrupos de pacientes con diferentes perfiles genéticos para personalizar los tratamientos.
  • Explorar nuevas combinaciones de terapias que mejoren los resultados en los casos más difíciles.