La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria intestinal crónica que afecta al colon, provocando síntomas como diarrea persistente, dolor abdominal y sangrado rectal. Aunque existen múltiples opciones terapéuticas, muchas personas no obtienen el alivio deseado. En este contexto, la reciente aprobación por parte de la Comisión Europea (CE) de guselkumab supone un importante avance en el tratamiento de esta enfermedad, en su variante de moderada a grave.
¿Qué es y cómo actúa este fármaco?
Guselkumab, comercializado como TREMFYA®, es un fármaco biológico que pertenece a la clase de inhibidores de la interleuquina-23 (IL-23). Se trata del primer tratamiento totalmente humano de este tipo que ha sido aprobado en Europa para el abordaje de la colitis ulcerosa activa. Su mecanismo de acción es dual: bloquea la subunidad p19 de la IL-23 y se une al receptor CD64, presente en las células que producen esta citoquina proinflamatoria.
Este enfoque innovador interrumpe una de las vías clave implicadas en la inflamación intestinal crónica, lo que se traduce en una mejora de los síntomas y en la posibilidad de alcanzar la remisión clínica y endoscópica.
Resultados prometedores del programa QUASAR
La aprobación de guselkumab por parte de la CE está respaldada por los datos del programa clínico QUASAR, que evaluó su eficacia y seguridad en pacientes adultos con colitis ulcerosa activa que no habían respondido adecuadamente a terapias convencionales o biológicas previas.
He aquí los hallazgos más destacados del estudio de mantenimiento son:
- El 45 % de los pacientes que recibieron 100 mg cada ocho semanas y el 50 % de los que recibieron 200 mg cada cuatro semanas alcanzaron remisión clínica a las 44 semanas, frente al 19 % del grupo placebo.
- En cuanto a la normalización endoscópica (curación visible del colon), los porcentajes fueron del 35% y 34%, respectivamente, frente al 15 % con placebo.
Estos datos representan una mejora significativa frente a los tratamientos con los que se cuenta en la actualidad y abren una nueva vía para mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad.
¿Cómo se administra?
El tratamiento con este fármaco cuenta con su propia forma de administración, comenzando con una fase de inducción de 200 mg administrados por vía intravenosa en las semanas 0, 4 y 8. Y posteriormente, se pasa a una dosis de mantenimiento de 100 mg por vía subcutánea cada ocho semanas. En los casos de los pacientes que no presentan una respuesta adecuada, puede optarse por una dosis más intensiva de 200 mg cada cuatro semanas a partir de la semana 12.
Más allá de la colitis ulcerosa
Además de esta nueva indicación, este fármaco ya estaba aprobado en Europa para el tratamiento de la psoriasis en placas (desde 2017) y la artritis psoriásica (desde 2020). Y en la actualidad la CE también está evaluando su uso para la enfermedad de Crohn, de nuevo una patología inflamatoria intestinal.
Un paso adelante en la calidad de vida de los pacientes
Según el doctor Laurent Peyrin-Biroulet, jefe de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) del Hospital Universitario de Nancy en Francia e investigador del estudio, «esta aprobación representa un avance significativo en el manejo de esta enfermedad inflamatoria crónica», ya que «este tratamiento mejoró significativamente sus síntomas además de normalizar el aspecto del revestimiento intestinal». Esta afirmación subraya el potencial transformador del nuevo tratamiento para quienes viven con esta afección.
Por su parte, Mark Graham, director del área terapéutica de Inmunología para Europa, Oriente Medio y África de Johnson & Johnson Innovative Medicine ha declarado: «esta aprobación se basa en nuestro esfuerzo constante por ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes con colitis ulcerosa, que puede verse afectada significativamente tanto desde el punto de vista físico como mental. Esperamos ver cómo este fármaco continúa elevando el nivel de eficacia y se convierte en un nuevo tratamiento de referencia de la CU»
Johnson & Johnson continúa así con su compromiso de innovación en inmunología, aportando soluciones que no solo tratan los síntomas, sino que aspiran a mejorar de forma real la vida de los pacientes.