El embarazo es una etapa llena de cambios, tanto físicos como emocionales. Reconocer los primeros signos y síntomas del embarazo es crucial para poder solicitar una atención prenatal temprana y adecuada.
Estos son los síntomas de embarazo más comunes, aunque es importante señalar que pueden variar en intensidad y frecuencia de una mujer a otra.
Los primeros síntomas de embarazo
Ausencia de la menstruación
El síntoma más evidente y común del embarazo es la falta de menstruación. Si tu ciclo menstrual es regular y notas un retraso de más de una semana, es aconsejable realizar una prueba de embarazo. Sin embargo, hay otros factores que pueden causar un retraso en la menstruación, como el estrés, cambios en el peso o problemas hormonales.
Náuseas y vómitos
Son uno de los síntomas más habituales, y aunque son conocidas como náuseas matutinas, en realidad pueden ocurrir en cualquier momento del día. Suelen aparecer alrededor de la sexta semana de embarazo, y es frecuente sufrirlas durante todo el primer trimestre. Las náuseas y los vómitos son causados por el aumento de la “hormona del embarazo”, la gonadotropina coriónica humana (hCG).
Fatiga
El cansancio extremo es otro síntoma temprano del embarazo. Durante el primer trimestre, los niveles de la hormona progesterona aumentan significativamente, lo que puede inducir somnolencia. Además, el cuerpo está trabajando arduamente para apoyar el desarrollo del feto, lo que también contribuye a la sensación de fatiga.
Aumento de la sensibilidad en los senos
Los cambios hormonales pueden hacer que los senos se vuelvan más sensibles, hinchados o doloridos. Este síntoma puede ser uno de los primeros en aparecer, incluso una o dos semanas después de la concepción. También es posible que las areolas se oscurezcan.
Aumento de las ganas de orinar
Durante el embarazo, los riñones tienen que filtrar más sangre de lo habitual, lo que puede aumentar la producción de orina. Además, el crecimiento del útero ejerce presión sobre la vejiga, lo que causa la necesidad de orinar con mayor frecuencia, incluso en las primeras semanas de embarazo.
Cambios de humor
Las fluctuaciones hormonales pueden afectar al estado emocional, causando cambios de humor, irritabilidad o sentimientos de euforia. Es común que las mujeres embarazadas experimenten una montaña rusa de emociones durante los primeros meses del embarazo.
Antojos y aversión a algunos alimentos
Los cambios hormonales también pueden influir en las preferencias alimentarias. Algunas mujeres desarrollan antojos por ciertos alimentos o, por el contrario, sienten aversión a otros que antes disfrutaban. Estos cambios pueden comenzar a las pocas semanas de embarazo y variar a lo largo de toda la gestación.
Ligero sangrado o manchado
Algunas mujeres pueden experimentar un ligero sangrado o manchado, conocido como sangrado de implantación, que ocurre cuando el óvulo fertilizado se adhiere a la pared del útero. Este síntoma suele ser más ligero y breve que una menstruación normal y ocurre alrededor de 10 a 14 días después de la concepción.
Calambres
Los calambres leves pueden ser un signo temprano de embarazo, debido a los cambios que están ocurriendo en el útero a medida que se adapta al embrión en crecimiento. Estos calambres suelen ser similares a los que se experimentan durante la menstruación.
Mareos y desmayos
El embarazo puede causar una disminución en la presión arterial y en los niveles de azúcar en sangre, lo que puede resultar en mareos o incluso desmayos. Este síntoma es más común en el primer trimestre y puede aliviarse con una adecuada hidratación y alimentación.
¿Cuándo es recomendable un test de embarazo?
Experimentar algunos de estos síntomas puede ser una señal de embarazo, especialmente si son varios de forma simultánea. En este caso lo más recomendable es realizar una prueba de embarazo y consultar al médico para obtener una confirmación, y comenzar con el cuidado prenatal adecuado.
Cada embarazo es único, y es importante prestar atención a las señales que envía el cuerpo y buscar apoyo médico para asegurar una gestación saludable. Además, la matrona o médico podrán indicar cuál es la mejor forma de aliviar algunas de estas molestias, con tratamientos adecuados y que no afecten al desarrollo el feto.