Buenas noticias para los pacientes con linfoma de células del manto (LCM): el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea del Medicamento ha emitido una opinión positiva sobre una nueva combinación de tratamientos como opción en primera línea. Esta recomendación marca un posible punto de inflexión en el manejo de esta forma agresiva de linfoma no Hodgkin, que afecta especialmente a personas mayores de 60 años.

Actualmente, el tratamiento habitual para los pacientes más jóvenes y con buen estado general incluye un régimen de quimioterapia intensiva seguido de un trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos (TAPH). Aunque este enfoque ha mejorado la supervivencia, también conlleva efectos secundarios importantes, largas estancias hospitalarias y una alta carga para los sistemas sanitarios.

¿En qué consiste este avance?

La nueva estrategia terapéutica recomendada por el CHMP se basa en los resultados del ensayo clínico fase 3 TRIANGLE, promovido por la Red Europea de LCM. Este estudio evaluó a 870 pacientes con LCM sin tratamiento previo, divididos en tres grupos. En uno de ellos, se sustituyó el trasplante por una combinación de quimioterapia e inmunoterapia seguida de un tratamiento oral durante dos años. Los resultados mostraron que esta combinación no solo fue eficaz, sino que logró una supervivencia global significativamente mayor, reduciendo la necesidad del trasplante.

Este avance supone una posible alternativa menos invasiva, con menos toxicidad y mayor calidad de vida para los pacientes. Además, representa el primer gran cambio en el abordaje del LCM en muchos años, y podría convertirse en un nuevo estándar de tratamiento en Europa si la Comisión Europea aprueba esta ampliación de indicación.

Ester in’t Groen, directora del área terapéutica de Hematología para Europa, Oriente Medio y África de Johnson & Johnson Innovative Medicine se manifiesta «ilusionada» por «la innovación que sigue aportando ibrutinib y esperamos poder ofrecer pronto a los pacientes esta opción en primera línea que ha demostrado mejorar la supervivencia global sin la carga, toxicidad y tiempo de hospitalización asociados a un régimen terapéutico basado en un TAPH».

Una enfermedad desafiante

El linfoma de células del manto es poco frecuente, pero sigue suponiendo un reto a día de hoy: se diagnostica en torno a 1-2 personas por cada 100.000 habitantes al año y tiene un comportamiento clínico agresivo. Por eso, cada paso adelante en su tratamiento representa una oportunidad para mejorar la vida de cientos de pacientes y sus familias.

Este avance pone de relieve la importancia de la investigación clínica y la colaboración internacional para ofrecer tratamientos más eficaces y seguros frente a enfermedades complejas como el LCM.