Un millón de personas padecen algún tipo de discapacidad visual en España, y alrededor de 70.000 son ciegas. Sin embargo, estos números se pueden reducir mediante la prevención y la detección precoz de las patologías oculares que desencadenan en ceguera irreversible. Se estima que un 90% de los casos de pérdida de visión se pueden prevenir o tratar.

Conscientes de esta realidad, y como compañía comprometida con el cuidado de la salud visual mediante el trabajo de investigación e innovación en el campo de la oftalmología, AbbVie ha impulsado la campaña de concienciación #elespectáculodelavida. Su finalidad es impulsar las revisiones oftalmológicas preventivas según los retos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir la discapacidad visual.

El glaucoma y el edema macular diabético, dos patologías que merecen mayor atención

Los expertos apuntan a que los dos principales factores de riesgo que causan ceguera en Europa son la edad y la diabetes. En este sentido, las patologías más prevalentes que motivan los mayores índices de ceguera irreversible son el glaucoma, en el caso de la edad, y el edema macular diabético en personas con diabetes.

En los países occidentales, el 50% de los pacientes con glaucoma están sin diagnosticar. Durante el transcurso de esta enfermedad, el nervio óptico se daña, produciendo ceguera. En la gran mayoría de casos, esta lesión se produce como consecuencia de un aumento de la presión intraocular (PIO). Sin embargo, el problema del glaucoma es que quienes lo padecen no muestran síntomas hasta que la patología ha avanzado considerablemente, por lo que se hacen más importantes las revisiones oftalmológicas.

Por su parte, el edema macular diabético afecta principalmente a personas con diabetes mal controlada. Se sitúa como la primera causa de pérdida visual en pacientes con este trastorno metabólico y es, por ello, que más del 7% de los pacientes diabéticos en el mundo –300.000 en España–, acaban desarrollando edema macular diabético.

En el transcurso de esta patología, la mácula se inflama y acumula líquido, favoreciendo la aparición de los edemas. De este modo, los pacientes con edema macular diabético pierden la visión central y la percepción correcta de los detalles. Síntomas que aparecen cuando la enfermedad ya ha superado las fases iniciales y se dirige a las avanzadas. La única forma de detectarla a tiempo es mediante las revisiones periódicas con el especialista. De lo contrario, el deterioro de la mácula sin un adecuado tratamiento podría desembocar en ceguera irreversible.

¿Cómo se evita la ceguera irreversible?

El primer paso para evitar la ceguera irreversible es lograr que el paciente acuda a consulta, ya que cerca del se estima en un 90% de los casos de pérdida de visión que se pueden prevenir o tratar. Y para ello, es esencial concienciar a la población sobre la importancia de acudir a revisiones oftalmológicas a partir de determinada edad o ante cualquier signo de deficiencia visual o antecedentes familiares.

Es importante recordar que también existen otros factores de riesgo a tener en cuenta en el ámbito de la salud visual, como son la hipertensión arterial, el tabaquismo o la malnutrición. Además, en algunos casos, los problemas oculares también pueden provenir de infecciones causadas por virus y bacterias. De ahí que mantener una higiene inadecuada pueda suponer otro factor de riesgo.

Las proyecciones que maneja la OMS para los próximos años incluyen un aumento de las patologías oculares. Esto ocurre debido al envejecimiento de la población, los hábitos y estilos de vida actuales y el desafío que va a suponer para los sistemas de salud que el número de personas con ceguera se triplique de aquí a 2050.

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