Una de las soluciones más interesantes para brindar una mayor calidad de vida a las personas sordas son los implantes cocleares. Unos implantes que llevan utilizándose con éxito desde hace bastantes años y que suponen un importante avance biotecnológico. Así, los pacientes sordos pueden tener una mayor calidad de vida al poder comunicarse oralmente, escuchar música, etcétera. En este artículo conocerás las características de los implantes cocleares y sus principales funciones.

¿Qué es un implante coclear?

Tal y como se recoge en la Guía clínica sobre implantes cocleares de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL), un implante coclear es un dispositivo que permite la audición a personas con sordera o hipoacusia profunda de origen coclear. Un aparato que transforma los sonidos y ruidos ambientales en energía eléctrica y transmitiéndola de forma directa al nervio coclear. Unas terminaciones nerviosas que comunican el sonido al cerebro y que se ubican en la cóclea, en el oído interno.

¿Cuáles son las partes de un implante coclear?

El implante coclear cuenta con una parte externa y otra interna que han de colocar los cirujanos. Así, el IC consta de uno o dos micrófonos y unos electrodos que estimulan la fibras del nervio auditivo, fluyendo la corriente eléctrica desde los electrodos activos, ubicados dentro de la cóclea, a un electrodo situado en su exterior.

La parte externa del implante se coloca detrás de la oreja y la parte interna del implante se ha de implantar quirúrgicamente debajo de la piel. Además, el implante coclear suele contar con un imán que favorece que la parte externa se mantenga en su posición.

Los implantes cocleares tienen un sencillo funcionamiento:

  • Tras recibir el sonido del exterior, el implante lo procesa y transmite pequeñas corrientes eléctricas al nervio coclear.
  • Las corrientes estimulan el nervio y éste envía una señal al cerebro.
  • La señal es reconocida y el usuario consigue “oír” lo que se acaba de decir o lo que ha sonado.

¿Para qué sirve un implante coclear?

Los implantes cocleares pueden utilizarse a cualquier edad, aprobándose su uso a partir de un año de edad. Estos dispositivos son muy diferentes a un audífono ya que éstos sólo amplifican el sonido. Por su parte, los implantes cocleares, aunque no restauran la audición normal, facilitan que los usuarios puedan reconocer las palabras que se dicen y participar en una conversación o atender el teléfono.

De esta manera, un implante coclear optimiza mucho la relación de las personas implantadas con su entorno, siendo capaces de localizar los ruidos y sonidos en el espacio, de comunicarse, de no aislarse y poder desarrollarse intelectual y cognitivamente. Y es que, un implante permite recuperar la audición en los dos oídos, siendo recomendable efectuar la operación cuánto antes.

En el caso de los niños, lo mejor es intervenirlos cuando tienen entre uno y tres años ya que el implante pone a los pequeños al sonido en un periodo de su vida en el que es mucho más sencillo adquirir la habilidad del habla y el lenguaje.

También resulta fácil adaptarse a todas aquellas personas, tanto niños como adultos, que perdieron la audición tras haber adquirido la habilidad del habla.

¿Qué tipos de implantes cocleares existen?

Los implantes cocleares pueden clasificarse según tres criterios:

  • Según los tipos de guías de los electrodos intracocleares;
  • Según el número de canales de estimulación del nervio coclear;
  • Según las estrategias de codificación de la señal sonora.

Si nos fijamos en los tipos de guías, los implantes pueden ser perimodiolares o rectos, dependiendo de si los electrodos quedan cerca de la región modiolar o se quedan en una zona más lateral. Todos ellos presentan unas dimensiones y una flexibilidad que facilita que sean poco invasivos y traumáticos a la hora de hacer su inserción.

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