La enfermedad de Crohn no solo afecta a adultos… niños y adolescentes también la sufren y hasta ahora las opciones de tratamiento específicas para ellos eran limitadas. Por eso, la reciente aprobación por parte de la Comisión Europea de un nuevo medicamento para tratar esta dolencia en estas franjas de edad supone una noticia muy esperanzadora. Se trata de STELARA® (ustekinumab), de Johnson & Johnson, que desde este momento se convierte en una alternativa eficaz para aquellos pacientes pediátricos con enfermedad de Crohn activa de moderada a grave que no han respondido bien a otros tratamientos.

Cuando el Crohn aparece en la infancia

Aunque se habla más de la enfermedad de Crohn en adultos, uno de cada cuatro diagnósticos se da en la infancia o adolescencia. En estos casos, la enfermedad tiende a evolucionar de forma más intensa, afectando no solo al sistema digestivo, sino también al crecimiento, la nutrición y la salud emocional del menor. El dolor abdominal, la pérdida de peso o la hemorragia rectal son algunos de los síntomas más frecuentes. Pero, además, esta condición puede interferir en el desarrollo físico y psicológico en etapas clave de la vida.

¿Qué aporta este nuevo tratamiento?

La aprobación por parte de la Comisión Europea se basa en los resultados positivos de varios estudios clínicos. Uno de ellos, el ensayo UNITI-Jr, incluyó a niños y adolescentes de al menos 40 kg de peso con enfermedad de Crohn activa y los resultados mostraron que, tras solo ocho semanas de tratamiento, más de la mitad de los pacientes lograron entrar en remisión clínica. Y tras casi un año de seguimiento, una parte importante de ellos mantenía esa mejoría.

Otro estudio, denominado REALITI, también respaldó esta decisión, aportando datos sobre cómo funciona el tratamiento en condiciones reales, fuera del entorno controlado de un ensayo clínico, y confirmó tanto su eficacia como su seguridad.

Seguridad adaptada a los más pequeños

Uno de los aspectos clave a la hora de tratar a niños con medicamentos diseñados inicialmente para adultos es comprobar que sean seguros para ellos. En este caso, los estudios muestran que el nuevo tratamiento tiene un perfil de seguridad muy similar al que ya se conocía en adultos.

Un paso más hacia una mejor calidad de vida

Aunque la enfermedad de Crohn no tiene cura, los tratamientos actuales permiten reducir los brotes, aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. La llegada de nuevas opciones terapéuticas adaptadas a la población pediátrica es fundamental para avanzar en este objetivo. Además, contar con alternativas eficaces puede evitar hospitalizaciones frecuentes y ayudar a que los menores puedan seguir su ritmo escolar y social con mayor normalidad.

Con este nuevo tratamiento aprobado en Europa, las familias ganan en esperanza y los médicos en herramientas. Porque seguir investigando y avanzar en el tratamiento de enfermedades crónicas desde la infancia es también una forma de cuidar el futuro.