En los últimos años, las terapias dirigidas han supuesto un “cambio en el paradigma terapéutico de muchas hemopatías», como el linfoma de células del manto (LCM) y la leucemia linfocítica crónica (LLC), según ha explicado el doctor Luis Palomera Bernal, jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, de Zaragoza, durante la celebración de la tercera edición de las Jornadas Eje del Ebro. Avances en Síndromes Linfoproliferativos’, organizadas en Lleida con la colaboración de Johnson & Johnson Innovative Medicine.

Este evento anual ha congregado a especialistas en Oncohematología de Aragón y Cataluña, quienes han compartido actualizaciones y novedades, así como los últimos avances científicos relacionados con los cánceres hematológicos. Entre los temas destacados, los expertos han resaltado el impacto de los inhibidores de la tirosina quinasa de Bruton (BTK) en el abordaje de la LLC.

Inhibidores de BTK: Un cambio trascendental en la LLC

Durante el primer día del encuentro, se ha puesto énfasis en los avances en leucemia linfocítica crónica (LLC), donde los inhibidores de BTK han marcado un cambio significativo en el tratamiento. El doctor Palomera ha destacado que estos tratamientos son «más eficaces, mejor tolerados y con un perfil de toxicidades más seguro» que las opciones tradicionales, como la quimioterapia. Además, estos inhibidores han demostrado mejoría en la supervivencia libre de progresión y en la supervivencia global, especialmente en pacientes de alto riesgo citogenético.

Nuevas estrategias terapéuticas revolucionan el pronóstico del LCM

Por otro lado, el segundo día de la jornada se ha centrado en las novedades en el linfoma de células del manto (LCM), donde se han presentado nuevas estrategias terapéuticas que están revolucionando el pronóstico de los pacientes. La doctora Eva González-Barca, coordinadora de la Unidad de Linfomas del Institut Català d’Oncologia / Hospital Universitario Duran i Reynals, de Barcelona, ha destacado la eficacia de los inhibidores de BTK en esta enfermedad, así como la incorporación de nuevas opciones terapéuticas que están mejorando las respuestas y la supervivencia de los pacientes.

Estos avances representan una esperanza para los pacientes con LLC y LCM, cambiando radicalmente la forma en que se aborda y trata estas hemopatías, y ofreciendo nuevas opciones terapéuticas que prometen mejorar significativamente el pronóstico y la calidad de vida de los afectados.