Los virus y las bacterias son microorganismos presentes en cualquier parte que pueden causar diferentes tipos de infecciones en el organismo humano. Poder diferenciar la causa de una infección ya sea viral o bacteriana ayudará a aplicar el tratamiento adecuado para poder paliar la situación lo antes posible. La diferencia principal entre estos organismos es que las bacterias causan las infecciones bacterianas y los virus las infecciones virales. Para su tratamiento los medicamentos antibióticos eliminan o impiden el crecimiento de muchas bacterias, pero no son eficaces antes los virus. Para estos últimos, los medicamentos antivirales son la mejor opción para eliminar los virus de nuestro organismo.

Las bacterias, de mayor tamaño y más dañinas

Las bacterias son microorganismos unicelulares de mayor tamaño que los virus, pero que sólo son visibles a través de un microscopio óptico. Anatómicamente son más estructurados y evolucionados, ya que poseen una pared celular y orgánulos en su interior.

No todas las bacterias son perjudiciales, ya que poseemos muchas de ellas en nuestro organismo y que son beneficiosas para el funcionamiento del mismo y frente a agresiones externas que recibimos.

Por su parte, las bacterias que producen enfermedades fabrican toxinas, que son sustancias químicas potentes capaces de dañar las células y causar la aparición de enfermedades de diversa índole. Otro tipo de bacterias son aquellas capaces de invadir directamente los tejidos y producir lesiones en ellos.

Las bacterias dañinas pueden ocasionar procesos infecciosos en nuestro organismo desde cuadros médicos poco importantes, enfermedades sistémicas e incluso la muerte por sepsis.

Entre las distintas infecciones causadas por bacterias podemos encontrar la amigdalitis, la tosferina, la escarlatina, las tuberculosis, las infecciones urinarias, las otitis o las neumonías, entre otras.

Los virus, más pequeños que una célula

Los virus son microorganismos muy pequeños, incluso más que las células, que sólo son visibles a través de un microscopio electrónico. Se trata de cápsulas que contienen material genético y necesitan de un huésped para su supervivencia. Son los causantes de infecciones de diversa índole por lo que su presencia en nuestro organismo es negativa.

Para su reproducción, los virus invaden las células del cuerpo y las destruyen. Por ello es importante tomar medidas cuanto antes de cara a su eliminación para que no sigan propagándose en nuestro organismo.

Entre las infecciones más habituales causadas por virus podemos encontrar un catarro común, la gripe, la laringitis, la bronquiolitis, la varicela, el herpes, la hepatitis o el sida.

Prevención, diagnóstico y tratamiento

Lo ideal para evitar infecciones, ya sean bacterianas o virales, es seguir una serie de recomendaciones que nos ayuden a prevenir la aparición de cualquier tipo de gérmenes en nuestro organismo:

  • Lavar las manos correctamente con agua y jabón
  • Evitar tocarse la cara
  • Evitar el contacto con personas enfermas y hacer lo mismo si tú estás enfermo
  • Cubrirse la boca al toser o estornudar
  • Limpiar y desinfectar las zonas que se tocan con frecuencia
  • Seguir las recomendaciones de seguridad alimentaria en agua y alimentos
  • Tomar medidas antes las infecciones de trasmisión sexual o de animales

En cuanto al diagnóstico deberás consultar con un especialista ante cualquier síntoma de infección para que pueda determinar si se trata de una infección de tipo bacteriano o viral. Los síntomas más habituales en ambos casos suelen ser comunes y destacan la fiebre, el dolor articular, la astenia, la fatiga o el cansancio.

Una vez el especialista te ha realizado una primera revisión valorará la necesidad de realizar alguna prueba diagnóstica para confirmar la sospecha. Entre las posibilidades de confirmar una infección bacteriana encontramos pruebas para ver la presencia de leucocitos en sangre, las denominadas “PCR” o alteración de la proteína C reactiva o la prueba VSG, también conocida como alteración de la velocidad de sedimentación globular.

Con el diagnóstico el profesional médico te indicará el mejor tratamiento para la infección de cara a mejorar el proceso de enfermedad cuanto antes. Sólo los facultativos sabrán si es necesario el uso de antibióticos, ya que, de lo contrario, la infección no remitirá con su consumo.