¿Hay algo más saludable que cuidar nuestra propia alimentación? Somos lo que comemos y, hoy en día, mucho más. Cada vez es más común que las personas opten por mantener una dieta equilibrada, lo que implica principalmente reducir la ingesta de alimentos con un alto porcentaje de azúcar e hidratos de carbono.

La cantidad recomendada de hidratos de carbono dentro de una dieta adecuada debe rondar el 50% de las calorías totales, aproximadamente. Sin embrago, para llevar una dieta baja en hidratos de carbono, estos deben reducirse a la mitad, es decir, a un 25%. De la misma manera, la ingesta diaria de azúcar no debería sobrepasar el 5% de las calorías totales, lo que equivale a una cucharada de azúcar (30 gramos).

Muchos de los alimentos que comemos, y que suelen ser los que más nos gustan, contienen un alto índice de hidratos de carbono y/o azúcar. Bollería industrial, alimentos procesados, refrescos gaseosos, chocolate, harinas refinadas o el alcohol son solo algunos de los productos “prohibidos” a la hora de mantener una dieta saludable. Pero, ¿cómo se pueden evitar?

Recomendaciones para reducir el consumo de hidratos de carbono y azúcar

– El agua como mejor aliada, sustituyendo a los refrescos azucarados, gaseosos o al alcohol

– Evitar el azúcar blanco y moreno u otros edulcorantes que acompañan a bebidas como el café o la leche

– El consumo de legumbres y fruta fresca es una opción que debe ser habitual en nuestra dieta diaria

– Apostar por los azúcares naturales en lugar de aquellos que son añadidos mediante la comparativa de las etiquetas que muestren los alimentos que compramos

– Reducir la cantidad de azúcares que forman parte de las recetas caseras es una práctica muy beneficiosa, sin renunciar a su sabor tradicional

– Sustituir las salsas, siropes y cremas de untar por cualquier tipo de especias como el orégano, la pimienta o la canela.

– Disminuir la cantidad de pan en nuestras comidas.

Los beneficios que aportan este tipo de prácticas alimenticias se relacionan con la pérdida de peso y grasa, el mayor control del apetito, la mejora de salud de nuestros dientes. un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares e incluso mejora el estado anímico de las personas.

¿Cuáles son los alimentos que debemos evitar y cuáles incluir para seguir una dieta de este tipo?

La realidad es que son múltiples los productos que consumidos cada día y que no tienen una adecuada aportación nutricional. Los principales alimentos que contienen una cantidad elevada de hidratos de carbono y/o azúcar son:

– Pasta

– Alimentos procesados tales como pizzas, tartas y otros postres

– Chocolate

– Queso

– Bebidas gaseosas y/o energéticas

– Yogures azucarados

– Mermeladas

Frutos secos

– Miel

– Pan

Sin embargo, también existe una gran variedad de alimentos adecuados para llevar una dieta baja en azúcar e hidratos:

– Verduras

– Fruta fresca

– Yogur griego sin azúcares

– Tortas de arroz y avena

– Carne de pollo y conejo

– Pescado

– Huevos

– Guacamole

– Vinagre

– Especias de todo tipo

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