El cromo es un oligoelemento esencial que desempeña un papel importante en el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. Aunque se necesita en muy pequeñas cantidades, su presencia es crucial para la regulación de la insulina y el mantenimiento de niveles normales de glucosa en la sangre, entre otros.

Los niveles de cromo en nuestro cuerpo pueden verse afectados según una serie de factores. Uno de ellos es la dieta alimenticia, ya que el consumo elevado de azúcares simples puede aumentar la excreción de cromo por la orina, reduciendo sus niveles en el cuerpo. Por otra parte, el ejercicio físico puede aumentar la excreción de cromo, pero también puede mejorar su utilización en el cuerpo. Además, algunas enfermedades como la diabetes y el estrés pueden afectar los niveles de cromo, aumentando la excreción y alterando el metabolismo.

Funciones que cumple en nuestro organismo

A continuación, se detallan las funciones que cumple el cromo en el bienestar de nuestro organismo:

Metabolismo de los macronutrientes: El cromo es crucial para el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. Ayuda a mantener niveles óptimos de glucosa en sangre al mejorar la acción de la insulina.

Regulación de la insulina: Potencia la actividad de la insulina, lo que facilita la entrada de glucosa en las células y contribuye al mantenimiento de niveles estables de azúcar en sangre. Esto es especialmente relevante para personas con diabetes tipo 2 o resistencia a la insulina.

Salud cardiovascular: Algunos estudios sugieren que puede ayudar a mejorar el perfil lipídico, reduciendo los niveles de colesterol LDL («malo») y aumentando los de HDL («bueno»).

Control del peso: Al mejorar el metabolismo de los macronutrientes y la acción de la insulina, puede ayudar en el control del peso y la reducción de la grasa corporal.

Alimentos ricos en cromo

El cromo se encuentra en pequeñas cantidades en diversos alimentos. Algunos de los más destacados son:

  • Cereales integrales, como el salvado de trigo y la avena, entre otros
  • Carnes: Las carnes, especialmente el hígado de ternera, contienen niveles apreciables de cromo.
  • Pescados y mariscos: El pescado y los mariscos, como las ostras, son ricos en cromo.
  • Frutas y verduras: Algunas frutas y verduras como las manzanas, los plátanos, las espinacas y los brócolis contienen este mineral.
  • Productos lácteos: Los productos lácteos como el queso y la leche también aportan cromo.
  • Legumbres y frutos secos: Las legumbres, las nueces y los frutos secos son buenas fuentes de este mineral.
  • Especias: Algunas especias, como la pimienta negra, pueden contener este oligoelemento.
  • Levadura de cerveza: Es una de las fuentes más ricas en este mineral.