La diabetes es una enfermedad que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre es demasiado alto. La glucosa en la sangre es la principal fuente de energía y proviene de los alimentos. Por ello, la dieta para personas con diabetes debe seguir unas pautas estrictas. A continuación se muestran una serie de recomendaciones a seguir para mantener una salud correcta si se tiene esta dolencia.

Hacerse un plan de comidas adecuado

Un buen plan de comidas incluye verduras sin almidón, como brócoli, espinacas y judías verdes. Es conveniente huir del pan blanco, el arroz y o la pasta. Sobre todo, se recomienda optar por los alimentos integrales en lugar de procesados.

Los carbohidratos elevan, por norma general, los niveles de azúcar en la sangre. La rapidez con la que lo hagan dependerá de la comida en sí. Por ejemplo, beberse un zumo aumenta el azúcar en la sangre más rápido que comerse una fruta en sí. Combinar estos carbohidratos con alimentos que contienen proteínas, grasas o fibra puede reducir la rapidez con la que aumenta el nivel de azúcar en la sangre.

Hay que hacer un seguimiento de la cantidad de carbohidratos que se come y establecer un límite para cada comida. Es conveniente acudir a un médico especializado o a un nutricionista para encontrar la cantidad ideal, los alimentos más favorables y cómo pueden acompañarse de forma más sana.

La fórmula de alimentación ideal durante la vida diaria debería ser la siguiente. La mitad de los alimentos deberían ser o contener verduras sin almidón, como ensaladas, judías verdes, brócoli, coliflor, repollo o zanahorias. Una cuarta parte debe ser una proteína, como pollo, pavo, tofu o huevos. Las legumbres, en general, pueden ser beneficiosas. Otro cuarto corresponde a los hidratos de carbono ya mencionados, como las patatas, arroz, pasta, frutas, yogur. Por último se ha de beber agua o una bebida baja en calorías, como un té, para acompañar las comidas. Un tazón de leche también cuenta como un alimento con carbohidratos. Lo más importante es evitar los refrescos con azúcar.

Cambiar el chip con las porciones

Los hábitos de vida que seguimos en el siglo XXI han cambiado radicalmente. En occidente se ha reducido nuestro ejercicio físico y en general, la quema de calorías debido a factores como el teletrabajo, el transporte público o privado o la vida en ciudades. Es por esto que, en general, ahora no hace falta realizar comidas de dos o más platos como era costumbre en el pasado.

Además, las porciones en los restaurantes son un poco más grandes de lo que eran hace varios años. Un plato principal puede equivaler a 3 o 4 porciones más de las necesarias para mantener una dieta equilibrada. Los estudios muestran que las personas tienden a comer más cuando se les sirve más comida, por lo que controlar las porciones es realmente importante para controlar el peso y el azúcar en la sangre. Si se va a comer fuera, puede optarse por pedir la comida en un tupper o otro recipiente para así terminarla más tarde. Y en casa, es útil controlarse sin comer directamente del envase o recipiente.

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