La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central (neurológico) en el que la actividad cerebral se vuelve anormal, provocando convulsiones o periodos de comportamiento inusual, sensaciones y, a veces, pérdida de conciencia.

En todo el mundo, alrededor de 50 millones de personas padecen epilepsia, según la OMS, lo que la convierte en uno de los trastornos neurológicos más comunes.

Síntomas principales de la epilepsia

Las convulsiones son el principal signo de la epilepsia: un cambio breve en la actividad normal del cerebro. También se puede presentar como pérdida de conciencia con convulsiones, o también en síntomas motores, visuales, sensitivos o psíquicos sin que se altere la conciencia con una duración de entre 1 a 5 minutos.

Físicamente, algunas personas se quedan con la mirada perdida durante unos segundos, otros mueven las piernas o repetidamente los brazos.

Cualquier persona puede desarrollar epilepsia, pero tras una sola crisis no se puede determinar si es la enfermedad o no. Para diagnosticarla se necesitan al menos dos convulsiones sin desencadenante conocido con un intervalo de al menos 24 horas.

¿Cuáles son las causas de la epilepsia?

  • Genéticas que también se conocen como «idiopáticas»: se producen debido a alteraciones genéticas y es común que otros miembros de la familia también estén afectados.
  • Desconocidas: los casos en los que no se determina, posiblemente son lesiones estructurales microscópicas que no se pueden reconocer.
  • Estructurales: consecuencia de una lesión en el cerebro, que puede ser un traumatismo, ictus, tumores, malformaciones o más…

Tratamientos para la epilepsia

Sus síntomas tienen variadas consecuencias como las caídas, accidentes de tráfico, complicaciones en el embarazo o efectos negativos en la salud mental. Por esto, es importante tratar de minimizar sus síntomas. Ahora mismo, 70% de las personas con epilepsia están bien controlados debido a los avances en los tratamientos de esta enfermedad que principalmente pueden ser:

  • Medicación: El conocido medicamento antiepiléptico es un anticonvulsivo que disminuye la frecuencia e intensidad de las crisis. Si la medicación funciona, muchos adultos pueden dejar de tomarla después de dos o más años sin convulsiones. En el caso de la epilepsia infantil, con el tiempo, pueden dejar de tomar la medicación y tener una vida sin más convulsiones.
  • Cirugía de epilepsia: Si los medicamentos no logran controlar las crisis, se puede optar por una cirugía que extirpa el área del cerebro que las causa. Todo esto, si se conoce la zona del cerebro. Al ser un trastorno del sistema nervioso central, es importante que no interfiera con funciones vitales como el habla, la visión o la audición.

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