Ante la creciente alarma social en torno al fenómeno del acoso escolar o bullying, la Sociedad Española de la Obesidad (SEEDO), la Gasol Foundation  y la Asociación Bariátrica Hispalis (ABHispalis) han unido fuerzas, y se comprometen a intensificar su trabajo, de forma conjunta, para promover la creación de entornos saludables, de respeto a todos los cuerpos, etnias y géneros, que contribuyan a reducir el estigma de la obesidad.

Para conseguirlo, se han establecido las líneas de actuación que guiarán el trabajo conjunto de las tres organizaciones:

  1. Educación en salud
  2. Diversidad y tolerancia
  3. Comunicación en salud
  4. Protección de los entornos
  5. Compromiso contra el acoso escolar
  6. Denunciar la violencia por imagen corporal

En este contexto, las tres entidades han querido expresar su apoyo a estos menores y a las familias que sufren rechazo o son objeto de burla por cualquier característica física, la cual no define su personalidad.

Además, exponen su rechazo absoluto a las conductas de acoso y daño a la autoestima corporal, que afecta a la salud física y mental de los más pequeños y adolescentes, y que también se extienden a la edad adulta.

Asimismo, han puesto de manifiesto la importancia de preservar la intimidad de las víctimas y evitar su sobreexposición en medios públicos y redes sociales para no contribuir a su revictimización.

“Somos conscientes del trabajo que tenemos que hacer desde nuestra sociedad para educar en salud y explicar correctamente, y a todos los niveles, las dificultades que conlleva esta enfermedad que es la obesidad”, afirman desde la Junta Directiva de SEEDO.

El acoso escolar, una conducta que afecta más a los adolescentes con sobrepeso y obesidad

El acoso escolar se define como las acciones negativas que se producen de forma repetida en el tiempo cuando un alumno (o grupo de alumnos), de manera intencionada y muchas veces premeditada, causa un daño, hiere o hace sentir incómodo a otro alumno.

Atendiendo a los datos recogidos en diversas publicaciones científicas, estas conductas afectan más a los/as adolescentes con sobrepeso y obesidad, teniendo más probabilidades de ser víctimas de acoso escolar por este motivo en comparación con el resto de sus compañeros.

Desde la Gasol Foundation, su directora ejecutiva en Europa, Cristina Ribes, señala que “entre las entidades que nos dedicamos a la promoción de la salud infantil, debemos tener una mirada sensible hacia el estigma alrededor del peso y ofrecer recursos a todo el entorno de los niños y niñas para prevenir que estas situaciones se sigan repitiendo en nuestra sociedad”.

Según informan desde la SEEDO, varios estudios han demostrado que la victimización por acoso, particularmente la victimización basada en el peso corporal, se asocia con una probabilidad de entre el 40% y el 50% de sentirse triste, deprimido y peor consigo mismo.

Además, podría generar barreras en el desarrollo de relaciones con los/as compañeros/as y aumentar el aislamiento social. A su vez, la discriminación y estigmatización por la imagen corporal se asocia a una menor eficacia de las distintas iniciativas dirigidas a promover un estilo de vida saludable.

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