Uno de cada cuatro adolescentes no es consciente de que vive con obesidad. Así lo constata el estudio internacional ACTION Teens, en el que España ha participado junto a otros nueve países, y cuyos resultados se han presentado en el Congreso Europeo de Obesidad (ECO).

Dicho estudio, que cuenta con el apoyo de Novo Nordisk, también revela que uno de cada tres padres tampoco es consciente de que su hijo vive con obesidad. Un grave problema si se tiene en cuenta que los niños con obesidad tienen un riesgo de muerte tres veces mayor y más temprano que los que no la padecen.

Además, en su último informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que el sobrepeso y la obesidad han alcanzado proporciones epidémicas en Europa. En concreto, España es uno de los países europeos en los que las tasas de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes son mayores, concretamente el 34,9% de los menores de entre 8 y 16 años sufre sobrepeso u obesidad.

Riesgos de la obesidad en los adolescentes

La obesidad no diagnosticada pone en peligro la salud de 157 millones de niños y adolescentes en todo el mundo. Estos adolescentes tendrán más riesgo de tener:

  • Complicaciones psicológicas.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Diabetes.
  • Algunos cánceres.
  • Trastornos musculoesqueléticos.

Además, se estima que cuatro de cada cinco niños que viven actualmente con obesidad serán adultos con obesidad. Por eso, en palabras de Stephen Gough, vicepresidente senior y director médico de Novo Nordisk, “es necesario seguir trabajando para impulsar el cambio en materia de obesidad. Este problema de salud pública sin resolver está afectando a la calidad de vida de demasiados jóvenes al no recibir tratamiento”.

Según el informa de la OMS, el 8% de los niños ya presentan sobrepeso u obesidad antes de cumplir los cinco años. Asimismo, el 29% de los niños y el 27% de las niñas entre los siete y los nueve años tienen exceso de peso. Y, entre los 10 y los 19 años, las estimaciones señalan que el sobrepeso y la obesidad afectan a uno de cada cuatro.

Los padres ante la obesidad en los adolescentes

De los datos del ACTION Teens, también se concluye que a uno de cada tres padres le cuesta reconocer que su hijo tiene obesidad, mientras que casi la mitad esperan que su hijo simplemente crezca y deje de padecerla.

Barreras que se encuentran los adolescentes con obesidad

De los 5.275 niños de entre 12 y 17 que viven con obesidad encuestados para este estudio, la mayoría (85%) están preocupados por el impacto de su peso en su salud futura. Sin embargo, Sin embargo, uno de cada tres adolescentes se siente incapaz de hablar con sus padres al respecto y muchos recurren a las redes sociales en busca de orientación.

Una situación ante la que Vicki Mooney, una de las colaboradoras del estudio ACTION teens, comenta que, “es difícil comprender la presión que sufren estos adolescentes, sobre todo porque dos tercios creen que solo ellos son responsables de perder peso”.

Otros obstáculos para perder peso que señalan los adolescentes son: no poder controlar el hambre (38%), la falta de motivación (34%) y disfrutar comiendo alimentos poco saludables (32%). Mientras que los padres/cuidadores consideran indicaron que las barreras con las que se encuentran los adolescentes para perder peso son: no poder controlar el hambre (29%), falta de motivación (26%) y disfrutar comiendo alimentos poco saludables (28%).

Por su parte, los profesionales sanitarios hacen referencia a los hábitos alimentarios poco saludables (93%), la falta de ejercicio (92%) y el disfrute de comer alimentos poco saludables (91%).

Motivaciones de los adolescentes con obesidad para perder peso

Las motivaciones más comunes de los adolescentes para perder peso son:

  • Estar en mejor forma (40%).
  • No estar contento con su peso (37%).
  • Sentirse más seguro (35%).

Sin embargo, los profesionales sanitarios destacaron que las motivaciones que tiene los adolescentes son: el deseo de tener más autoestima (69%), mejorar la vida social y la popularidad (69%) y desear parecerse a los compañeros de su edad (65%).

Asimismo, la gran mayoría de los profesionales sanitarios encuestados (87%) manifiestan que apenas han recibido formación sobre cómo tratar la obesidad tras finalizar la carrera de Medicina. Por tanto, es necesario mejorar su formación.

En definitiva, “no hay que subestimar el impacto de la obesidad. Es urgente que los gobiernos y la sociedad reconozcan y traten la obesidad como una enfermedad, para que más adolescentes puedan recibir el apoyo adecuado que les ayude a llevar una vida más feliz y saludable”, incide el autor principal del estudio, el profesor Jason Halford.

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