La llegada de un recién nacido a la familia puede generar estrés y muchas dudas, sobre todo entre los primerizos. El cuidado y manejo del bebé en sus primeros días de vida es clave para su bienestar. Con paciencia, cariño e información podremos darle al recién nacido los primeros cuidados que necesita.
Para un recién nacido es muy importante mantener su higiene, especialmente en el área del pañal. El cambio frecuente de pañal y el lavado de la zona reducirán las irritaciones y complicaciones asociadas. Limpiar correctamente los pliegues y aplicar pomada protectora aliviará las rojeces y evitará el contacto prolongado del bebé con orina y heces.
El cordón umbilical es otro punto de higiene clave. Suele desprenderse entre los 3 y 12 días pero debemos lavarlo con agua y jabón para después cubrirlo con una gasa con alcohol de 70 grados. Recuerda estar pendiente de cambiarla siempre que sea necesario. Una vez se desprenda el cordón, tendremos que tratar la cicatriz hasta que las gasas salgan perfectamente limpias. Es mejor no utilizar polvos antibióticos o antisépticos con yodo, así como fajas o vendas que cubran el abdomen.
Para la limpieza corporal del recién nacido debemos bañarlo diariamente con agua a unos 36 grados y jabón con pH ácido, normalmente podréis comprarlos en el supermercado y vendrán especificados como un producto para bebés. Las uñas también deben cortarse o limarse teniendo mucho cuidado de no provocar uñas encarnadas. Lo mejor es utilizar tijeras de punta redonda y hacerlo cuando el recién nacido está tranquilo para evitar movimientos bruscos.
Los paseos y la exposición al sol son muy importantes para prevenir raquitismo e incentivar la producción de vitamina D. A partir de los siete o 10 días podréis llevar al bebé a pasear si el clima es adecuado. Recordad que en verano debemos evitar las horas centrales del día, por el exceso de calor, y siempre la exposición directa al sol. Las cremas solares están disponibles también para bebés y serán vuestro mejor aliado los días de buen tiempo.
