El trastorno del procesamiento sensorial (denominado SPD, por sus siglas en inglés), también conocido como disfunción de integración sensorial, es una afección neurológica que afecta a la forma en la que el cerebro procesa la información sensorial que llega a través de los estímulos. Este trastorno produce en la persona dificultades a la hora de recibir y responder cualquier estímulo que llega a través de los sentidos. Por ello, esta situación suele generar un impacto importante en la forma en la que las personas interactúan en su entorno cotidiano.
En la mayoría de los casos, el individuo que padece SPD suele ser demasiado sensible a los estímulos a diferencia de otras personas lo que produce reacciones desproporcionadas en situaciones diarias. Por el contrario, hay casos en los que se produce el efecto opuesto, necesitando de mayores estímulos para generar un impacto en la persona.
Síntomas del trastorno del procesamiento sensorial
El SPD suele manifestarse en los primeros años de vida, siendo un trastorno más habitual en niños, aunque también pueden producirse síntomas en la edad adulta.
Dependiendo del grado podemos diferenciar entre hipersensibles e hiposensibles, lo que diferencia también el tipo de síntomas.
Los niños hipersensibles suelen reaccionar de forma exagerada a sonidos, tipos de ropa o texturas de alimentos. Esto les hace buscar estímulos más intensos para alimentar su entusiasmo. Algunos de los síntomas en este caso son:
- La ropa pica o es áspera
- Las luces son demasiado brillantes
- Los sonidos son muy fuertes
- Las texturas son suaves o duras
- Pueden tener problemas de equilibrio o ser muy torpes
- Son miedosos antes juegos infantiles
- Tienen problemas de comportamiento
- Tienen problemas motores o de lenguaje
Todo esto puede desencadenar en problemas de confianza en sí mismo dando lugar al aislamiento social y, en algunos casos, a la depresión.
Por su parte, los niños con hiposensibilidad tienen síntomas de este tipo:
- No pueden quedarse quietos
- Están en búsqueda constante de emociones como saltos, alturas, etc.
- No captan las señales sociales
- No reconocen el espacio personal
- Mastican cosas, incluso la ropa y las manos
- Buscan estímulos visuales a través de aparatos electrónicos
- Tienen problemas de sueño
Causas, diagnóstico y tratamiento del SPD
Hasta ahora no existe evidencia científica de las causas que desencadenan el SPD, pero se cree que tiene un origen genético y, por tanto, hereditario. También hay especialistas que consideran que está relacionado directamente con el autismo, lo que se traduce en que los adultos con este son más propensos a tener hijos que padezcan trastorno del procesamiento sensorial. Aún así, la mayoría de las personas que padecen SPD no tienen autismo.
Para el diagnóstico de este trastorno es importante acudir al especialista y contar la situación. Este le derivará a un terapeuta ocupacional que observe los comportamientos del niño y pueda realizar una valoración de sus síntomas para emitir el diagnóstico correcto.
Por último, respecto al tratamiento, es imprescindible realizar terapia para ayudar a los niños a aprender a manejar sus desafíos. El inicio de terapia de forma precoz es clave para mejorar la situación. Estas sesiones están dirigidas por un terapeuta capacitado con el objetivo de ayudar a niño y padres a sobrellevar este trastorno, así cómo a saber cómo reaccionar en cada situación. La terapia será diferente en función del tipo de SPD que se padezca.