El hígado es un órgano vital, de gran tamaño, cuya función es ayudar a digerir los alimentos, así como almacenar energía y eliminar los productos de desecho que el cuerpo produce. Es esencial para mantener un buen estado de salud, de ahí que sea fundamental atender las señales que indican algún problema en el hígado.

Aquí te descubrimos 8 señales de alerta de problemas en el hígado para que puedas detectar cualquier condición que pueda estar afectando tu salud.

¿Cómo saber si tengo una enfermedad del hígado? Síntomas más comunes

Los síntomas de problemas en el hígado pueden ser inapreciables durante bastante tiempo. Lo peor de todo es que, pese a que es un órgano que puede regenerarse, un daño acumulado en el tiempo puede dar lugar a un fallo general.

Desde aquí vamos a nombrar algunas de las señales de advertencia que suele enviar nuestro cuerpo cuando algo no marcha bien. De esta manera, podrás actuar a tiempo y ponerte en tratamiento siempre y cuando sea necesario.

1. Cansancio frecuente

El hígado es el responsable de generar la energía que necesitamos para desempeñar nuestras actividades diarias. Este órgano actúa en el metabolismo y si se ve saturado por un nivel elevado de toxinas, los niveles de energía descenderán y sentirás más cansancio de lo normal. También puede acarrear dolores de cabeza frecuentes.

2. Estreñimiento

Otra de las señales de alerta que pueden advertirnos de una enfermedad en el hígado tiene que ver con la aparición de estreñimiento. Si eres una persona regular y presentas dificultades para ir al baño, puede ser un síntoma. Si ya de por sí sufres estreñimiento, este problema podría acentuarse. Otros efectos asociados que puede que notes son la lengua blanca o amarillenta, o halitosis (mal aliento).

3. Sudor excesivo y olor corporal intenso

Si en el hígado existe una retención importante de toxinas, esta situación puede generar sudoración excesiva y provocar mal olor en el cuerpo. El motivo es bien sencillo: el cuerpo hace lo posible para regular la temperatura corporal al haber subido para luchar contra las bacterias y cuerpos tóxicos.

4. Digestiones complicadas

Este síntoma se presenta de diferentes formas dependiendo del individuo. Normalmente, suele manifestarse de la siguiente manera: digestiones lentas y difíciles, molestias de tipo intestinal, sensación de pesadez y gases. Incluso es posible que, tras hacer una comida copiosa dotada de alimentos con mucha grasa, aparezcan náuseas.

5. Acné

Si aparece un brote de granos de modo repentino, puede deberse a dos circunstancias: problemas hormonales o problemas en el hígado. Cuando hablamos de acné quístico, que es su variante más agresiva, dotada de granos grandes que dejan cicatriz, lo más seguro es que la causa que lo ha provocado sea el funcionamiento inestable del hígado.

6. Reflujos

Cuando el hígado se encuentra sobrecargado de toxinas, aparece el reflujo. Si las funciones del órgano se ven comprometidas, se produce una alteración del pH de la sangre, dando lugar a un exceso de acidez. Asimismo, el esfínter (músculo que permite abrir y cerrar la abertura de la uretra) pierde fuerza, lo que imposibilita que los jugos ácidos pasen.

7. Aumento de peso

Cuando en el hígado existe un exceso acumulativo de toxinas, puede repercutir en su capacidad para asimilar y digerir las grasas del cuerpo. De esa manera, el organismo encontrará dificultades a la hora de eliminarlas. En estos casos resulta complicado mantener un peso adecuado, incluso si estamos a dieta y controlamos el nivel de calorías consumidas.

8. Cambios en el estado de ánimo

Una sobrecarga en el hígado puede acarrear todos los efectos fisiológicos que ya hemos explicado. Ahora bien, también puede afectar a la persona con cambios emocionales, aumentando su pesadumbre, nerviosismo e irritabilidad.

Revertir todos estos efectos es posible, aunque para que esto suceda es de vital importancia acudir al médico y solucionar el problema por el que esté atravesando tu hígado.

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