Más de 100 especialistas en enfermedades infecciosas se han reunido simultáneamente en Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia para abordar los últimos avances realizados en el abordaje del VIH y los virus respiratorios. Así, el Simposio SI 2022, organizado con la colaboración de Janssen Pharmaceutical Companies of Johnson & Johnson, bajo el lema ‘Pongamos luz al futuro del VIH’, se ha centrado en el principal desafío para los expertos: mejorar la calidad de vida de las personas mayores y con comorbilidades que viven con VIH.
Para ello, los expertos plantean un nuevo enfoque que busca no solo la supresión viral (logrando disminuir la carga de virus en sangre hasta niveles indetectables), sino incorporar otros aspectos clave para el día a día de estos pacientes, como la personalización de las terapias o el manejo adecuado de comorbilidades.
En este sentido, el Dr. Josep Mallolas, jefe de la Unidad VIH-SIDA del Hospital Clínic de Barcelona y coordinador del Simposio SI, ha asegurado que “la mejora de la calidad de vida se ha convertido en la piedra angular en la que recaen la mayor parte de los esfuerzos actuales para mejorar la vida de nuestros pacientes. Ya no buscamos solo el éxito terapéutico virológico, sino abordar aspectos que en el pasado no tenían tanta atención y que ahora son fundamentales en la mejora de la calidad de vida de nuestros pacientes: opciones más convenientes, tratamientos parenterales y enfoque de las comorbilidades”.
En cuanto a los avances que hasta ahora han hecho posible esta mejora, el Dr. Mallolas destaca “el nivel de eficacia, tolerancia y conveniencia de los tratamientos antirretrovirales (TAR) actuales” que ha permitido centrar la atención cada vez más en la calidad de vida. El coordinador del Simposio también ha adelantado que “dispondremos de medicaciones parenterales −tratamientos administrados mediante inyección por vía subcutánea, intramuscular o intravenosa− de larga duración, lo que será un avance importante para un número significativo de nuestros pacientes”.
Una de las comorbilidades que ha experimentado un mayor cambio en los últimos años en las personas que viven con VIH es la hepática.
La enfermedad hepática metabólica es una patología de curso lento que consiste en la elevada acumulación de grasa en el interior del hígado, frecuentemente con manifestaciones sintomáticas que muchas veces no son perceptibles, pero que supone un importante riesgo cardiovascular para el paciente.
La especialista ha explicado que, actualmente, gran parte de la actividad asistencial que se realiza con las personas que viven con VIH “está relacionada con el diagnóstico, prevención y tratamiento de múltiples patologías asociadas al envejecimiento y el estilo de vida de los países desarrollados”.
Ante esta realidad, la Dra. María Luisa Montes Ramírez, especialista de la Unidad de VIH del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ) y también coordinadora del encuentro, ha insistido en la necesidad de “aumentar la sensibilidad hacia esta enfermedad, cuya expresión puede ser muy sutil e inespecífica durante largos periodos de tiempo; e implementar herramientas diagnósticas de fácil aplicación que nos ayuden a empezar a discriminar a los pacientes con enfermedad metabólica hepática y a los que están en riesgo de desarrollarla”.
El cuarto noventa
ONUSIDA propuso en el año 2014 el plan 90-90-90 con el objetivo de poner fin a la epidemia de SIDA, a través del diagnóstico del 90% de personas con VIH+, el tratamiento antirretroviral (TAR) del 90% de las personas diagnosticadas y lograr la supresión viral en el 90% de los pacientes tratados. Sin embargo, este plan no contemplaba problemas de salud relacionados con la infección por VIH que a menudo afrontan los pacientes, como las comorbilidades físicas, problemas de salud mental, dificultades económicas y el posible estigma relacionado con el VIH.
Durante la 17ª Conferencia Europea sobre el SIDA en Basilea, se presentó la iniciativa ‘Moving Fourth’ con la colaboración de Janssen, para abordar estos probemas de salud y alcanzar el ‘Cuarto 90’, un objetivo adicional que persigue la adopción de un enfoque personalizado a largo plazo en la atención al paciente, para desarrollar herramientas que puedan ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que viven con VIH.