Oncólogos españoles han diseñado y probado una herramienta de formación que ayuda a reducir la ansiedad y la depresión en el proceso de diagnóstico y tratamiento de los pacientes con cáncer. De nombre Com-Bien y desarrollada con el patrocinio de la Fundación Viatris, esta herramienta mide además el nivel de ansiedad de los propios médicos cuando han de dar a conocer a sus pacientes una información tan delicada como es que padecen cáncer.
Los doctores Santos Enrech, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Getafe, y Pedro Pérez Segura, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, han explicado en rueda de prensa que tras una formación de 3 horas de duración, que tuvieron lugar en cinco hospitales madrileños, en las que participaron un total de 48 oncólogos, se evaluó el impacto de la misma en 93 de sus pacientes.
Buenos resultados
Los expertos han puesto de manifiesto que en la evaluación se detectaron cambios relevantes en el impacto emocional de los pacientes, ya que los niveles de ansiedad en la escala HADS se redujeron a la mitad. «En esa misma escala, registramos, además, una reducción de más de dos puntos en depresión. Y en general, la satisfacción de los pacientes respecto a la comunicación con sus respectivos oncólogos mejoró 7 puntos tras el programa de formación”, ha señalado el doctor Enrech.
Este facultativo también ha hecho hincapié en que “no solo el impacto emocional fue menor, sino que el afrontamiento de los pacientes a la enfermedad mejoró tras la formación, consiguiéndose mejores puntaciones en espíritu de lucha y disminuyendo el fatalismo que suele acompañar a la enfermedad”.
En lo que se refiere a los oncólogos que participaron en el programa, mostraron alta satisfacción con la formación recibida, puntuando por encima de 8 en una escala de 0 a 10. En los cuestionarios manifestaron que la formación les había enseñado a planificar mejor el abordaje de la comunicación difícil.
Más especialidades
Por su parte, el doctor Ignacio Juez, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Fuenlabrada, ha explicado que estos resultados ponen de manifiesto que “una formación en comunicación con el paciente bien hecha y rigurosa puede mejorar significativamente el modo en que el paciente vive su enfermedad, y puede también hacer que el oncólogo se sienta más seguro y tranquilo a la hora de abordar esta situación”.
Para este experto, “el estudio pone de manifiesto la necesidad de abrir este proceso a más oncólogos y a otros especialistas de distintos campos que también participan en el diagnóstico con cáncer. Han de saber qué información dar y cómo hacerlo: una noticia mal dada va a marcar mucho al paciente en el resto del tratamiento que le queda por delante”.
Por último ha agregado que en ocasiones “tenemos que empezar nuestra relación con el paciente revalorando una conversación previa y eso es siempre complicado, máxime cuando trabajamos desde la confianza. Además, la gestión de las expectativas del paciente es una información que ha de ser dosificada, ya que debemos dar tiempo al enfermo para que pueda adaptarse mentalmente a una nueva y difícil realidad”.