La integración temprana de los cuidados paliativos se asocia con un aumento en la supervivencia global, según los resultados de diversos estudios que se analizarán en el marco del XIII Congreso Internacional de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) que está teniendo lugar en Palma de Mallorca.
El Dr. Álvaro Gándara del Castillo, jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, ha señalado que “aliviar los síntomas dolorosos y la carga emocional que acompañan a la progresión de la enfermedad puede permitir que el paciente siga viviendo con calidad de vida a pesar de una enfermedad grave”.
El experto añade que explicará en el Congreso de la SECPAL una serie de recomendaciones: “es fundamental crear un equipo terapéutico con el paciente y su familia, abordar los síntomas físicos y psicológicos, educar sobre la enfermedad y su pronóstico, definir los objetivos del tratamiento, evaluar y apoyar la ayuda psicológica y tomar decisiones compartidas”.
La presencia de síntomas (como dolor, estreñimiento, astenia, anorexia) afecta negativamente a la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Y son factores de pronóstico de la supervivencia global, es decir que, con frecuencia un peor control de estos síntomas está relacionado con menor supervivencia. Por otro lado, un aumento de la supervivencia suele implicar una mayor prevalencia de síntomas crónicos, como el dolor.
Tratamiento del dolor
Uno de los estándares del tratamiento del dolor crónico, uno de los síntomas más comunes del cáncer, son los opioides, comenta la Dra. Dulce Rodríguez Mesa, jefa de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitari Sant Joan de Reus. Estos pueden producir en el paciente estreñimiento, por ello, hasta el 87% de los pacientes oncológicos con dolor presentan EIO (estreñimiento inducido por opioides.
Las causas de este problema pueden encontrarse en una disminución de la secreción intestinal o en el aumento del tono del esfínter anal . El EIO es poco probable que mejore con el tiempo y, por lo tanto, debe ser anticipado, monitorizado y abordado durante todo el curso del tratamiento con opioides.
“El EIO es un problema común, pero poco reconocido y poco tratado, en parte porque los pacientes pueden sentirse avergonzados de revelar sus síntomas; y por otro lado por la falta de concienciación del personal sanitario y por la ausencia de un protocolo estándar para su tratamiento”, añade la experta. “Sin embargo, en la actualidad contamos con tratamientos específicos para el EIO que no afectan a la eficacia analgésica y que suponen un gran beneficio para estos pacientes”, concluye la Dra. Rodríguez.