La enfermedad de Crohn es un trastorno inflamatorio crónico que afecta al tubo digestivo y cuya causa exacta aún se desconoce. Sin embargo, en los últimos años la investigación ha señalado un actor clave: la microbiota intestinal. Este conjunto de bacterias, virus y hongos podría ser decisivo para entender mejor la enfermedad y abrir la puerta a nuevas terapias.

¿Qué es la enfermedad de Crohn?

El Crohn provoca inflamación en distintas zonas del sistema digestivo, generando síntomas como dolor abdominal, diarrea, cansancio y pérdida de peso. A diferencia de otras patologías gastrointestinales, tiene una base inmunológica y genética, pero también parece estar muy influida por factores ambientales y microbianos.

La microbiota intestinal: un ecosistema decisivo

La microbiota está formada por billones de microorganismos que ayudan a digerir nutrientes, producir vitaminas y regular el sistema inmune. Cuando este equilibrio se altera —fenómeno conocido como disbiosis— se incrementa el riesgo de inflamación y enfermedades crónicas.

En Crohn, se ha observado una reducción de bacterias beneficiosas, como Faecalibacterium prausnitzii, junto a un aumento de cepas proinflamatorias, lo que sugiere un papel activo en la progresión de la enfermedad.

Microbiota y nuevas terapias

El tratamiento convencional de Crohn se basa en antiinflamatorios, inmunosupresores y biológicos. No obstante, la investigación apunta a estrategias que modulen directamente la microbiota:

  • Probióticos y prebióticos: para favorecer bacterias protectoras.
  • Trasplante de microbiota fecal (TMF): aún experimental, busca recolonizar el intestino con microbiota sana.
  • Terapias personalizadas: ajustar la intervención según el perfil microbiano de cada paciente.

Aunque los resultados son prometedores, todavía se necesitan ensayos clínicos más amplios y seguros.

Dieta, estilo de vida y microbiota

La alimentación juega un papel fundamental en el equilibrio intestinal. Dietas ricas en fibra, frutas y verduras favorecen la diversidad bacteriana, mientras que los ultraprocesados y azúcares simples pueden promover la disbiosis.

También influyen factores como el estrés y la falta de ejercicio, reforzando la importancia de un abordaje integral en Crohn.

El futuro: medicina de precisión

Gracias a la secuenciación genética y la inteligencia artificial, los investigadores ya pueden analizar el microbioma de cada paciente. Esto abre la posibilidad de desarrollar tratamientos personalizados que combinen medicamentos tradicionales con moduladores de la microbiota, ofreciendo un enfoque más duradero y eficaz.