La urticaria es una reacción de la piel que caracterizada por pequeñas inflamaciones o ronchas de color rojizo que provocan prurito o picor. Asimismo, esta inflamación se puede asociar a angioedema, es decir, hinchazón de labios y párpados.

En este proceso, las lesiones desaparecen en poco tiempo, entre 48 y 72 horas, mientras que, en los casos crónicos, puede alargarse hasta varios años. Cualquier individuo puede llegar a tener urticaria, manifestándose en cualquier edad y apareciendo tanto en niños como en ancianos.

¿Cuáles son las causas de la urticaria?

Aunque en la mayoría de las ocasiones no es posible detectar una causa clara de urticaria, lo más habitual es que aparezca por razones inmunológicas, factores infecciosos, alergia a un alimento o medicamento, o por la picadura de un insecto.

Por otro lado, también hay causas no inmunológicas que explican la aparición de la urticaria como las provocadas por el frío, el sudor, el roce, el contacto con la piel o por una infección.

Incluso, en algunos casos, puede estar asociada a infecciones de carácter pulmonar.

Tipos de urticaria

Las distintas variantes de urticaria se definen en función de los factores que las desencadenan. Pueden clasificarse en tres grupos:

  • Urticaria aguda: se identifica como urticaria aguda, a aquellos casos de urticaria en los que los síntomas duran menos de seis semanas. Este tipo de urticaria es la más común entre la población, y las causas más frecuentes suelen ser la reacción a algún medicamento, la picadura de un insecto o la reacción a un alimento.
  • Urticaria crónica: en estos casos, las lesiones en la piel se extienden durante más de seis semanas. En este tipo de urticaria, los factores desencadenantes son de origen desconocido, sin embargo, también puede estar relacionada a alguna otra patología existente en el paciente, o el estrés psíquico del mismo. La urticaria crónica suele afectar aproximadamente al 0,5 y 1% de la población en toda su vida.
  • Urticaria intermitente: es aquella que aparece en forma de brotes. La duración de la urticaria intermitente es variable, y existe un espacio de tiempo entre la aparición de lesiones en la piel, en la que los pacientes permanecen asintomáticos.

¿Se puede prevenir la urticaria?

Generalmente, la mejor forma para prevenir la urticaria, es evitar la exposición a sustancias o el consumo de alimentos que puedan provocar reacciones alérgicas. Por otro lado, es importante evitar las picaduras de insectos, y en aquellos casos en los que se produzca la picadura, no frotar ni rascar la herida.

Aquí os dejamos algunas recomendaciones que pueden ayudar a prevenir la aparición o recurrencia de la urticaria, así como a aliviar los síntomas que produce:

  1. No utilices ropa demasiado ajustada, ya que, la urticaria suele aparecer en zonas de la piel donde se ejerce presión local.
  2. Si acabas de pasar un episodio de urticaria, evita las duchas o baños calientes.
  3. Evita rascarte o frotarte la piel. Esto puede resultar irritación y la aparición de un mayor número de ronchas. Además, un rascado intenso puede producir heridas o lesiones más graves en la piel.
  4. Determinados champús y geles provocan irritaciones. Lo más recomendable para la higiene corporal y evitar la aparición de urticaria, es utilizar productos que respeten el mando hidrolipídico y el PH de la piel.

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