La presencia de gases es esencial para el correcto proceso digestivo normal y son señal de una salud intestinal óptima y una microbiota equilibrada. Pero el exceso de ellos puede ser síntoma de algún problema y suelen generar malestar en quienes lo padecen.

Los gases, a su vez, son síntoma de numerosos trastornos como la diverticulitis, la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn, ciertas intolerancias o estreñimiento.

La producción de gases se produce durante la masticación o en el intestino delgado, durante la digestión de los alimentos y la absorción de los nutrientes. Su eliminación se da a través de la respiración o de la vía oral o rectal. Cuando los gases se forman en exceso y no se eliminan correctamente se produce el problema, que provoca la distensión abdominal, la sensación de hinchazón o el dolor, que puede llegar a ser muy molesto, incluso incapacitante.

Para evitar ese aumento de gases es importante seguir una dieta equilibrada y evitar el consumo excesivo de alimentos que produzcan gases.

Alimentos que aumentan la presencia de gases

La ingesta de bebidas con gas o un exceso de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables, presentes en muchos alimentos, puede aumentar el riesgo de padecer una presencia excesiva de gases en nuestro intestino. Estos productos se absorben peor en el intestino, provocan la retención de líquidos y fermentan en el colon desencadenando ese malestar.

Entre los alimentos con mayor presencia de gases encontramos las legumbres, tales como las alubias, las lentejas, los garbanzos, las habas y la soja.

Las verduras son otro de los grupos de alimentos que pueden contener una alta presencia de éstos pudiendo producir gases. Entre ellas destacan las alcachofas, las coles, los espárragos, la coliflor, el brócoli, los puerros, los ajos o la cebolla.

Por su parte las frutas desecadas, como los dátiles o las ciruelas, y algunas frutas frescas cuando están maduras, como las frutas de hueso, la manzana o el mago, pueden producir la aparición de gases.

También es importante tener cuidado con el consumo de alimentos y bebidas con edulcorantes, productos lácteos o que contengan lactosa, y los cereales integrales o sus derivados.

Otros trucos que ayudan a evitar los gases

Para ayudar la presencia de gases existe una serie de consejos que pueden ayudarnos en nuestro día a día. Uno de ellos es la ingesta de frutas y verduras que no produzcan gases, pero sin renunciar al consumo de cinco piezas diario. También es importante pelar la fruta, evitar las piezas que estén muy maduras y cocinar las verduras, preferiblemente sin piel.

Respecto a las legumbres, ponerlas en remojo antes de la cocción, eliminar la espuma durante el cocinado o aumentar el tiempo de preparación para que estén más blandas puede reducir la presencia de gases.

Otro truco que puede ayudarnos es comer tranquilo y con la boca cerrada para evitar la ingesta de aire. Comer en el trabajo aumenta la tensión y, por tanto, la ansiedad aumenta.

En este aspecto masticar chicle puede ser también perjudicial en la producción de gases por lo que es importante evitarlo.