La temporada de invierno siempre suele venir acompañada de resfriados, gripes y, sobre todo, tos. Esta se convierte en un malestar habitual para todas las personas y, aunque suele ser pasajera, provoca una gran incomodidad en nuestro día a día.
Las causas por las cuales aparece la tos son muy variadas. Algunas de las más comunes son las infecciones respiratorias como asma, resfriados o gripes, la irritación de la garganta, la contaminación en el ambiente o el tabaquismo. Además, los cambios bruscos de temperatura también potencian la aparición de tos.
De esta manera, resulta esencial buscar soluciones que ayuden a calmar la tos y permiten recuperar el estado de salud. Los medicamentos suelen ser los recursos preferidos por muchos. Sin embargo, existen una gran cantidad de remedios naturales y caseros a los que podemos recurrir para hacer frente a la tos y que son efectivos.
¿Qué podemos hacer para aliviar la tos?
Entre las numerosas opciones de las que disponemos, las más comunes son:
- Hacer gárgaras con bicarbonato o con agua y sal para humedecer la garganta.
- Tomar caramelos para evitar la irritación de la garganta.
- Realizar lavados nasales para la no acumulación de secreciones.
- Las infusiones calientes son grandes aliadas para calmar la tos. Las más recomendadas son aquellas de cardamomo, jengibre, tomillo, miel, malvavisco o regaliz.
- Beber mucha agua. Aunque pueda parecer simple, la hidratación ayuda a suavizar la garganta, produciendo saliva y mucosidad para evitar los ataques de tos.
- Utilizar humidificadores de aire para aumentar su calidad y mantener una temperatura adecuada en el lugar.
- Realizar vahos de agua para expulsar las flemas.
- Dejar media cebolla en la mesita de noche para dormir.
- Tomar caldos calientes.
- Elevar la cabeza con una almohada mientras se duerme.
- Darse un baño o ducha caliente ya que el vapor suaviza las vías respiratorias.