La medicina evoluciona a pasos agigantados. Es el mensaje que quiere transmitir la empresa ABEX con motivo del Día Mundial del Cáncer de Riñón, que se celebra el 16 de junio. La compañía se suma a las diferentes iniciativas para visibilizar este tipo de tumor maligno. Para ello, ha optado por difundir cómo la cirugía robótica puede ayudar a salvar más vidas en los quirófanos.
El lema elegido por ABEX, «Necesitamos hablar sobre las opciones de tratamientos», refleja la necesidad de apostar por este tipo de tratamientos para mejorar la calidad de vida de los pacientes tras las cirugías a las que se vean sometidos.
La nefrectomía parcial, el presente de la cirugía robótica
Los expertos apuestan en concreto por la técnica de la nefrectomía parcial. Uno de sus beneficios directos consiste en que el paciente conservará parte del riñón junto con su riñón no afectado. Esto puede ser crucial para pacientes diabéticos que tienen riesgo de insuficiencia renal, por ejemplo.
El abordaje de la nefrectomía parcial mediante cirugía robótica está indicada para el tratamiento de tumores renales iguales o menores de 7 cm. Dado que se trata de una cirugía de gran complejidad, aparatos empleados por ABEX como el sistema robótico Da Vinci aporta grandes ventajas. Por ejemplo, el uso de técnicas 3D para el apoyo visual del cirujano y su precisión a la hora de realizar las operaciones.
Beneficios de la cirugía robótica
Tras la extirpación del tumor, la cirugía robótica permite la sutura de forma más rápida y segura con una reducción del tiempo de isquemia, el tiempo en que no llega flujo sanguíneo al riñón. Esto se traduce en un escaso daño de la función renal. Inmediatamente después, los cirujanos reconstruyen la porción restante de ese riñón.
«La cirugía robótica aporta al cáncer de riñón un menor sangrado, mayor precisión, menos estancia hospitalaria, pero además facilita la maniobra del cirujano”, afirma Rafael Medina, director de la Unidad Clínica de Urología-Nefrología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
En la gran mayoría de los pacientes, la extirpación del riñón supone la curación si el tumor no ha invadido otras estructuras. La cirugía robótica se realiza a través de pequeñas incisiones abdominales (5-10 mm) por las que se introducen una cámara y los brazos articulados robóticos. El riñón se extrae por una incisión lo más pequeña posible, dependiendo del tamaño del mismo. Gracias a la maniobrabilidad y a la precisión que aporta el sistema robótico Da Vinci, es posible completar suturas vasculares de forma más rápida y segura. También es posible extirpar grandes masas renales que se encuentren adheridas a otras estructuras.
La nefrectomía permite al cirujano realizar la intervención sentado a los mandos de una consola desde donde dirige los brazos articulados robóticos. Estos brazos tienen una capacidad de giro mayor que la mano humana lo que consigue una libertad total de movimientos y una cirugía más precisa. El tiempo de hospitalización también se ve reducido a 48 horas, así como el tiempo de recuperación de los pacientes.
Incidencia, síntomas y tratamientos del cáncer de riñón
El cáncer de riñón supone el 90-95% de los tumores renales malignos del adulto y representa solo el 3% de la totalidad de los tumores malignos. Se trata de una patología poco común pero muy agresiva, tres veces más frecuente en hombres que en mujeres. Suele manifestarse a partir de los 50 años. El principal factor de riesgo es el tabaco, aunque también influyen la obesidad y la hipertensión arterial.
Es un tipo de cáncer que no da síntomas inicialmente, y por ello se diagnostica en etapas muy avanzadas. De hecho, el diagnóstico surge normalmente de forma incidental tras la realización de pruebas de imagen por otro motivo. Gracias al aumento de este tipo de pruebas en los últimos años, se ha registrado una mayor incidencia respecto a la detección de la enfermedad en etapas tempranas, cuando la tasa de supervivencia es más elevada.