La autoexploración mamaria es una técnica esencial para el cuidado personal, ya que nos permite detectar cambios y anomalías en nuestro cuerpo, aumentando la posibilidad de identificar enfermedades graves, como el cáncer de mama, en etapas tempranas.
¿Cuándo realizarla?
Se recomienda realizar la autoexploración mamaria una vez al mes. Si aún menstruas, lo ideal es hacerlo unos días después de comenzar tu ciclo menstrual. Si ya no menstruas, establece una fecha fija cada mes para llevar a cabo este importante chequeo personal.
Cuidémonos observando nuestro cuerpo y sus cambios, conociéndonos mejor y fijándonos en cada detalle.
Pasos de la autoexploración
Podemos dividir la autoexploración en dos fases: observación y palpación.
1. Observación
Frente al espejo, con los brazos relajados a cada lado del cuerpo, observa el tamaño, color y forma de tus senos. Luego, levanta los brazos y busca cualquier cambio o anomalía en comparación con su apariencia habitual.
Repite este proceso colocando las manos en las caderas y con el cuerpo inclinado hacia adelante. Presta atención a cualquier signo inusual como enrojecimientos, retracciones, hundimiento del pezón o bultos visibles.
2. La palpación
Para la palpación, recuéstate con una almohada bajo el hombro del lado que vas a examinar. Utiliza la mano contraria a la mama que estés palpando. Con los dedos juntos y planos, realiza movimientos circulares por toda la superficie del seno, desde el borde hasta el centro. No olvides palpar y presionar suavemente el pezón para detectar cualquier tipo de secreción.
También es importante explorar las axilas de la misma manera, ya sea acostada o de pie. Durante este proceso, busca hundimientos, bultos o endurecimientos.
Acude al médico si en la autoexploración…
- Sientes dolor o mucha sensibilidad al palpar
- El pezón se retrae, tiene llagas o tiene secreciones
- La piel sufre algún cambio
- Encuentras zonas más duras o bultos
Realizar una autoexploración mamaria regularmente es un acto de amor propio y cuidado personal que puede marcar una gran diferencia en tu salud. No subestimes el poder de conocer tu cuerpo; estar atenta a sus señales es clave para prevenir enfermedades graves.