Una de las principales afirmaciones que se hacen en torno a la alimentación es que una mujer embarazada o lactante ha de comer el doble. Esta creencia no es del todo cierta, aunque los expertos recomiendan ingerir calorías y nutrientes adicionales a los habituales para conseguir una mejor producción de leche.

Respecto a la cantidad de agua que debes consumir diariamente no hay una regla cerrada diferente a la de cualquier persona. Lo que sí es recomendable es beber al menos un vaso de agua cada vez que amamantes a tú bebé para evitar posibles consecuencias.

Recomendaciones para dar el pecho en el posparto

La principal recomendación de los expertos es consumir aproximadamente unas 500 calorías más de las que consumas en tu dieta habitual para poder recuperar cuanto antes tu peso ideal. Es importante seguir una rica dieta y variada, evitando la comida rápida o los alimentos ricos en grasas poco saludables.

Otra regla que has de cumplir es el consumo de unas cinco raciones al día de fruta y verdura para aumentar la adquisición de vitaminas C, A, D, E, B1 y B2, así como el ácido fólico que están más presentes en esta familia de alimentos.

El consumo de calcio también adquiere mayor protagonismo por la posible pérdida de este nutriente. Por ello la ingesta de lácteos, hortalizas o legumbres, que son fuente de calcio, puede ayudarte a mantener los niveles correctos.

También debes prestar especial atención al consumo de hierro con alimentos como las espinacas, las acelgas, las almejas o las anchoas, ya que, al igual que durante la menstruación, el embarazo y la lactancia puede reducir las reservas de hierro.

Es importante consumir como mínimo dos litros de agua al día para mantenerte hidratada y conseguir que la calidad de la leche sea adecuada pata el bebé.

Por último, debes tener en cuenta que existen una serie de alimentos que ayudan a producir mayor cantidad de leche materna y le dan un sabor especial, por lo que incluirnos en tu dieta ayudará a la calidad de ésta. Entre estos productos podemos encontrar la canela, el comino, los frutos secos, las sopas, la harina de avena, el jengibre, la zanahoria o la remolacha.

¿Qué alimentos deberías evitar durante la lactancia materna?

Además de evitar el alcohol y el tabaco durante el embarazo y la lactancia, existen otros alimentos que no son recomendables durante esta etapa porque pueden perjudicar la salud del bebé.

En esta clasificación encontramos la cafeína, cuyo consumo no debe exceder de más de dos tazas al día, ya que se trata de una sustancia que puede alterar al bebé, produciendo nerviosismo, o interferir en su descanso y su sueño. También se recomienda evitar el consumo de infusiones como el poleo menta debido a sus dosis de toxicidad.

Otro alimento que debemos evitar es el pescado azul de gran tamaño y el marisco por su alto contenido en mercurio u otros contaminantes. Esto puede suponer un riesgo para el desarrollo del sistema nervioso del bebé. Por todo esto se recomienda no consumir pez espada, caballa gigante, emperador o atún rojo, entre otros, durante la lactancia.