Nadie pone en duda la importancia de un suelo pélvico sano y en forma, especialmente para las mujeres. ¿Y qué es el suelo pélvico? No se trata más que de un grupo de ligamentos y músculos, situados en la base de la pelvis y cuya función principal es mantener los órganos y vísceras de la pelvis y el abdomen en su lugar, contra la acción de la gravedad. A continuación, te descubrimos 10 cosas que no sabías sobre el suelo pélvico. ¡Sigue leyendo!

Todo lo que NO sabías sobre el suelo pélvico

A modo de resumen, aquí tienes las 10 cosas más importantes que probablemente no sabías sobre el suelo pélvico:

  1. Tiene forma de puente colgante.
  2. Está formado principalmente por músculo, ligamentos y tejido conjuntivo.
  3. Controla la continencia anal y urinaria.
  4. Es un músculo y, por tanto, se puede entrenar.
  5. Su mantenimiento y atención es vital en todos los casos, pero más importante aún para las mujeres.
  6. Forma parte del considerado core.
  7. El embarazo y el parto le causan un gran castigo.
  8. La menopausia y los cambios hormonales también.
  9. Los deportes de bajo impacto son mucho mejores para su cuidado.
  10. Puedes entrenarlo con ejercicios de Kegel, abdominales hipopresivas y bolas chinas.

Funciones del suelo pélvico

Para poder mantener los componentes del aparato reproductor, digestivo y urinario en su lugar, además de controlar la continencia tanto anal como urinaria, hace falta un complejo sistema capaz de ejercer todo tipo de presiones y aperturas en distintos puntos. De todo esto es responsable el suelo pélvico y algunas de sus funciones, como la última mencionada, son conscientes o semiconscientes y las aprendemos durante nuestra más tierna infancia.

Una de las principales características del suelo pélvico que están extendidas de forma errónea es que se suele describir como “con forma de hamaca” pero esto no es realmente acertado. Es mejor pensar en el suelo pélvico como un puente colgante que va del hueso sacro al pubis, sostenido por los ligamentos y siendo su base el suelo muscular, principalmente formado por el músculo elevador del ano.

Es una estructura dinámica, que se adapta constantemente a los cambios en nuestra postura e incluso a las diferentes necesidades del organismo en cada momento, sin dejar de sujetar el útero, la vejiga y el recto.

Problemas en el suelo pélvico

Vistas todas las funciones que el suelo pélvico cumple, no cuesta imaginar por qué es tan importante mantenerlo sano y fuerte. Un suelo pélvico debilitado puede traer muchos problemas y complicaciones, sobre todo a las mujeres, pues sus sistemas reproductor y urinario se encuentran contenidos enteramente en la pelvis y hacen que el suelo pélvico tenga más trabajo y sea más importante.

El suelo pélvico débil puede desencadenar en:

  • Incontinencia urinaria de distinto grado
  • Incontinencia fecal
  • Dolor en la zona
  • Disfunciones sexuales como la incapacidad de sentir orgasmos
  • Prolapso de alguno de los órganos

Si sientes cualquiera de estos síntomas, aunque sea de forma muy leve, acude de inmediato al especialista para poder identificar el problema y ponerle freno cuanto antes, evitando así que la situación empeore. También es común notar, en los casos leves, estreñimiento, dolor al orinar, necesidad de orinar con demasiada frecuencia o incapacidad de vaciar la vejiga por completo.

Factores que dañan el suelo pélvico

Algunos factores tienen un efecto negativo sobre el estado del suelo pélvico. Estos son los principales:

  • Estreñimiento crónico
  • Embarazo, parto y posparto
  • Cambios hormonales
  • Menopausia
  • Deportes de alto impacto
  • Obesidad
  • Tabaquismo
  • Cirugía ginecológica

Como muchos de estos factores son difíciles de evitar, es importante saber cómo luchar contra ellos para mantener la salud del suelo pélvico. Lo mejor en estos casos es mantener un peso saludable, una educación postural adecuada, y entrenar el suelo pélvico con ejercicios específicos.

Ejercicios para el suelo pélvico

Que el suelo pélvico esté formado principalmente por músculos y ligamentos supone una buena noticia: como músculo, puede entrenarse. Esto quiere decir que si pierde tono o fuerza, solamente habrá que dedicarle algo de tiempo y esfuerzo para devolverlo a su mejor forma posible.

Una de las rutinas más conocidas es la de los ejercicios de Kegel, ideados en 1948 por el doctor del mismo nombre para fortalecer precisamente el suelo pélvico. Actualmente, esta rutina se ha mejorado y desarrollado con técnicas nuevas, y es de gran efectividad.

Los ejercicios de abdominales hipopresivos también son de gran ayuda para trabajar el suelo pélvico y a la vez conseguir un vientre más plano. Incluso el uso de bolas chinas, que pueden ser mucho más que un juguete sexual, fortalece el suelo pélvico cuando se usa adecuadamente, y existen las llamadas bolas Kegel, que son dispositivos específicamente diseñados para este aspecto.

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