La migraña crónica es una de las principales causas de discapacidad, especialmente en mujeres jóvenes. De hecho, diversos estudios indican que cerca del 12% de la población española sufre migraña, aunque en la población femenina esta cifra puede alcanzar el 18%. Por este motivo, neurólogos especialistas en cefaleas y migraña han destacado la importancia de contar con criterios de derivación que contemplen que el 80% de los casos de migraña ocurren en el sexo femenino. Así lo han asegurado en el encuentro “CEFABOX, reunión de actualización en migraña crónica y otras cefaleas” una de los reuniones científicos más relevantes a nivel nacional en el área de cefaleas que Allergan, an AbbVie company, ha organizado con la presencia de destacados neurólogos españoles.
La aparición de una crisis de migraña impide a quien la sufre poder llevar a cabo su actividad, afectando a su productividad laboral y académica. Esto explica la elevada tasa de absentismo laboral de hasta 14,6 días perdidos al año para personas con migraña crónica. Sin embargo, a pesar de su impacto, se trata de una patología estigmatizada y “una importante parte de la sociedad, considera que es un simple dolor de cabeza, y no llega a plantearse lo incapacitante que es un día con migraña. En realidad, según la OMS, una crisis de migraña puede llegar a afectar tanto como un día con demencia o un día con tetraparesia. Intentar reducir el estigma de esta enfermedad, debe ser un objetivo prioritario porque supone un incremento del sufrimiento que ya por sí mismos, tienen nuestros pacientes” cuenta la Dra. Gago Veiga.
La migraña se trata de una enfermedad incapacitante que cursa en diversas fases:
- Antes de la crisis del dolor de cabeza: “Aunque el dolor es uno de los síntomas más incapacitantes de una crisis de migraña, no es el único. Por desgracia, una crisis de migraña, abarca mucho más. 48 horas antes del inicio del dolor, un importante porcentaje de pacientes presentan una serie de síntomas premonitorios como cambios de carácter, de apetito, fatiga, somnolencia, rigidez nucal…, luego algunos pacientes presentan lo que llamamos aura, generalmente visual (distorsión de la imagen…) pero también puede ser sensitiva o presentar afectación del lenguaje” señala la Dra. Ana Gago Veiga, neuróloga responsable de la Unidad de Cefaleas del Hospital de la Princesa y otra de las coordinadoras del encuentro “CEFABOX, reunión de actualización en migraña crónica y otras cefaleas”, uno de los encuentros científicos más relevantes a nivel nacional en el área de cefaleas que Allergan, an AbbVie company, organiza con la presencia de destacados neurólogos españoles.
- La crisis de migraña: Tras el inicio de los síntomas posteriores a la crisis, llega la fase del dolor de cabeza propiamente dicho, donde éste tiene unas características específicas, como el empeoramiento con el movimiento cefálico acompañado de hipersensibilidad a los estímulos (la luz, sonidos, olores…) o nauseas; entre síntomas acompañantes.
- Después del dolor de cabeza: Asimismo, muchas personas no son conscientes de que la migraña no termina de forma repentina, “tras el dolor, el paciente queda en una especie de resaca, o fase postdrómica, con un importante cansancio y dificultad de concentración, que puede durar hasta 24 horas” así lo ha explicado la Dra. Gago Veiga en CEFABOX.
La situación de infradiagnóstico de la migraña
Actualmente “continúa existiendo un importante retraso en el diagnóstico de la migraña crónica que puede alcanzar los siete años,” advierte el Dr. Pablo Irimia, profesor de Neurología de la Universidad de Navarra, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología y uno de los coordinadores del encuentro.
Una de las medidas propuestas para hacer frente al infradiagnóstico es el impulso de criterios consensuados de derivación a Neurología de pacientes con frecuentes dolores de cabeza que acuden a Atención Primaria. Diversos estudios han demostrado que los pacientes con migraña que acuden por primera vez a la consulta de atención especializada de Neurología, en el 80% de los casos son del sexo femenino y el 66% tiene antecedentes familiares de migraña. Ante este marco, los expertos consideran clave tener en cuenta la valoración de sexo y los antecedentes familiares como parte de los criterios de derivación a Neurología de un paciente con dolores de cabeza incapacitantes.
Así lo explica la Dra. Marta Torres-Ferrús, neuróloga de la Unidad de Cefalea del Hospital Vall d’Hebrón (Barcelona) y otra de las coordinadoras de CEFABOX, quien afirma que “el paciente con migraña debe sortear múltiples barreras hasta acceder a un profesional que realice una correcta evaluación y tratamiento. Estas barreras van desde el número limitado de unidades y profesionales especializados en comparación con otras patologías neurológicas, la infravaloración de la discapacidad asociada a esta enfermedad, el estigma social o el propio desconocimiento por parte del paciente de que se trata de una enfermedad tratable”.
Ello implica que es necesario impulsar un plan integral para paliar los distintos factores que influyen en que las mujeres con migraña no reciban un diagnóstico precoz y puedan ser atendidas por un especialista en Neurología para encontrar la solución más adecuada a su caso. “Dado que las barreras son múltiples, necesitamos actuar a diferentes niveles: campañas para minimizar el estigma social y laboral de la migraña, sensibilizar a los profesionales sanitarios sobre la alta discapacidad y repercusión de la migraña o inversión y políticas que potencien la atención precoz de los pacientes con cefalea,” propone la Dra. Torres-Ferrús.
Existe un elevado abandono del tratamiento entre los pacientes con migraña
El largo recorrido de los pacientes con migraña conlleva que puedan haber recibido varios tratamientos previos antes de derivarlos a la consulta de Neurología. Por esa razón, cuando finalmente son derivados a la consulta especializada con el Neurólogo pueden llegar con una mayor desconfianza hacia los tratamientos y menor esperanza en lograr una solución a su situación. Todo elloculmina en una falta de adherencia al tratamiento y un abandono elevado por parte de los pacientes que padecen migraña debido a que el tratamiento no cumple con sus expectativas.
En esta línea, cabe destacar que es importante tomar medidas, ya que existen tratamientos preventivos frente a la migraña que mejoran la calidad de vida de quienes sufren esta enfermedad. “No es realista pensar que la migraña se puede curar con un tratamiento preventivo. El objetivo real del tratamiento es reducir la frecuencia y la intensidad de los episodios y que las crisis respondan mejor al tratamiento sintomático”, señala el Dr. Irimia.
Existen diversas opciones de este tipo de tratamientos preventivos. Además, a través de un seguimiento y control del paciente, se puede ofrecer la terapia que responda mejor a cada caso individual. En este sentido, el Dr. Irimia añade que “existen algunas características clínicas que permiten predecir qué pacientes van a responder de forma más favorable a alguna de las terapias preventivas, pero se necesitan más estudios para conseguir personalizar los tratamientos”.
Para lograr que los pacientes puedan recibir un tratamiento preventivo y disminuir la discapacidad que sufren a causa de la migraña es necesario que estén involucrados y formen parte activa del proceso de elección del tratamiento. Teniendo en cuenta que las personas con migraña llegan con una falta de motivación y esperanza, es necesario buscar estrategias de información y concienciación para que no renuncien a buscar una solución, por ello “deben recibir información sobre las opciones disponibles para minimizar los brotes, tales como seguir hábitos de vida saludables, las opciones terapéuticas preventivas disponibles y participar en las decisiones terapéuticas. Además, es fundamental que el paciente conozca las expectativas del tratamiento” detalla el Dr. Pablo Irimia.
En este aspecto, el papel de la enfermera especializada en cefaleas también puede ser clave, ya que pueden realizar un seguimiento y recomendaciones de buenos hábitos de vida para la prevención de la enfermedad, así como apoyar en la preparación de la consulta médica, lo que ayuda en la adherencia terapéutica y participación del paciente.