Las enfermedades y trastornos del aparato digestivo tienen síntomas muy comunes que pueden llegar a confundirnos y pensar que podemos estar ante una intoxicación alimentaria y no saber muy bien ante qué tipo de patología nos encontramos. Es por ello primordial saber dónde se localiza el dolor, esto es, en qué parte del aparato digestivo se originan.

Así, el aparato digestivo es un sistema amplio compuesto por un conjunto de órganos que se encargan de transformar los alimentos en sustancias beneficiosas para el organismo. Esa misma amplitud hace que existan numerosas y diversas enfermedades del aparato digestivo, pudiendo ser leves, agudas y/o crónicas.

¿Cuáles son las patologías digestivas más frecuentes?

Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), cuatro de los siete cánceres con más número de fallecimientos a nivel mundial en 2018 son cánceres de sistema digestivo. Además, y solo en España en ese mismo año, un 20% de la población española padecía enfermedades digestivas.

Y es que, como ya hemos apuntado, el aparato digestivo está compuesto por muchos órganos diferentes como la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y ano, además de órganos sólidos como el páncreas, el hígado y la vesícula biliar. Unos órganos que pueden verse afectados por las siguientes enfermedades digestivas:

Enfermedades digestivas relacionadas con la boca

Problemas en la boca como la gingivitis o sus formas más graves como la periodontitis. La gingivitis es una inflamación de la parte de las encías que bordea los dientes. Una enfermedad provocada por la falta de higiene bucal y el desarrollo de placa bacteriana.

Enfermedades digestivas en la zona del esófago

En cuanto a las patologías en la zona del esófago, destacan algunas como el reflujo gastroesofágico y la acalasia. El reflujo gastroesofágico es un trastorno digestivo por el que el ácido estomacal circula al revés y pasa al esófago irritándolo.

Enfermedades digestivas que afectan al estómago y el páncreas

Por lo que respecta al estómago, las enfermedades más habituales son las úlceras estomacales y las de duodeno, así como el cáncer de estómago. El cáncer gástrico es una de las enfermedades con mayor tasa de mortalidad y con una incidencia que tiene una amplia variabilidad geográfica, siendo la cuarta causa de cáncer y la segunda por muerte por tumores malignos en todo el mundo (MORALES DÍAZ, Mariuska, et al, 2018).

Por su parte, las enfermedades que pueden afectar a la vesícula biliar son los cálculos biliares y la inflamación de la vesícula biliar. El páncreas puede presentar afecciones como la pancreatitis, cáncer pancreático, mientras el hígado puede verse afectado por enfermedades y patologías como cáncer, quistes y cirrosis.

Enfermedades intestinales

En la zona intestinal nos encontramos con un amplio número de enfermedades como la enfermedad celíaca o intolerancia al gluten, la intolerancia a la lactosa o carencia de la enzima que digiere el azúcar de la leche. También destaca el Síndrome del intestino irritable (SII), un trastorno muy habitual que afecta al intestino grueso, siendo sus síntomas dolor abdominal, gases, hinchazón abdominal, diarrea y/o estreñimiento y cólicos. Solo adquiere síntomas graves en un pequeño porcentaje de casos, siendo posible controlar la enfermedad siguiendo una serie de cambios en la dieta, el estrés y el estilo de vida.

Otras enfermedades relacionadas con el intestino son la diverticulitis, el cáncer de colon, la Enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, una enfermedad inflamatoria que lleva aparejada la aparición de llagas en los intestinos. Se supone que está asociada a algún trastorno del sistema inmune y tiene como síntomas diarrea, fiebre, fatiga, cólicos abdominales, estreñimiento, dolor rectal, etcétera.

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