La sarna o escabiosis es un trastorno contagioso de la piel provocado por pequeños ácaros que son característicos de los humanos. Esta enfermedad se propaga fácilmente a través del contacto cercano con el resto de individuos, especialmente entre los miembros que pertenecen a la misma unidad familiar y en lugares donde hay una gran afluencia de personas como colegios, hospitales, residencias o el propio lugar de trabajo.

La escabiosis se transmite directamente por el contacto con la piel de una persona infestada o mediante otros objetos ya contaminados como la ropa u otros materiales. Pese a su facilidad de contagio, no se trata de una afección mayor, ya que con un tratamiento adecuado es posible frenar sus síntomas. Para ello, resulta esencial detectar precozmente la enfermedad para tomar medidas y reducir al mínimo su capacidad de propagación.

¿Cuáles son las causas?

Esta enfermedad es causada por la presencia de ácaros microscópicos (Sarcoptes scabiei) que habitan en la epidermis de la piel y depositan sus huevos en ella. Una vez que el cuerpo humano detecta estos ácaros, las defensas de nuestro sistema inmunitario actúan contra ellos y tal acción se manifiesta físicamente en forma de picores o sarpullidos, entre otros signos.

Síntomas de la sarna humana

El síntoma más común de la sarna humana es la picazón en distintas zonas del cuerpo es , que acostumbra a ser intensa y se agrava durante las noches. Además, suele ser habitual la aparición de sarpullidos, úlceras y pequeñas ampollas en la piel. Concretamente, estas señales se muestran en las siguientes zonas del cuerpo: dedos de manos y pies, pecho, ombligo, genitales, codos, glúteos o alrededor de la cintura. Al igual que los adultos, los más pequeños también pueden sufrir esta enfermedad y los síntomas se presentan en los dedos, en la cara, en el cuello e incluso en el pelo.

La acción de los ácaros se manifiesta de forma inicial en las partes del cuerpo donde existen pliegues, tales como dedos y codos, por ejemplo, y después se extienden a las distintas zonas comentadas anteriormente.

Estos síntomas aparecen con mayor rapidez en aquellas personas que han pasado previamente la enfermedad. Al cabo de dos o tres días tras el contagio, estos individuos ya sufren las consecuencias de la sarna humana. Sin embargo, este periodo es distinto para las personas que padecen escabiosis por primera vez, donde los picores o señales en la piel pueden aparecer pasadas unas semanas.

Asimismo, existe un tipo de sarna más grave y más contagiosa (sarna costrosa o sarna noruega) que afecta mayoritariamente a individuos con un sistema inmunitario más débil o a ancianos. Las lesiones visibles que provoca en la piel son más acusadas, llegando a provocar costras con descamación alrededor del cuerpo.

Cómo tratar la sarna o escabiosis en la piel

El tratamiento de esta enfermedad se basa en la aplicación de cremas y/o medicamentos, según la gravedad de cada caso. Es habitual que el médico indique la aplicación de la crema por todo nuestro cuerpo. Algunos de los tratamientos más efectivos para revertir la sarna humana son:

  • Crema de azufre para aplicar por las noches
  • Permetrina en crema para matar los ácaros y sus huevos
  • Ivermectina vía oral en casos donde no se consigan remitir los síntomas

Además de estas soluciones, se recomienda utilizar prendas de ropa limpias tras la aplicación del tratamiento correspondiente. En algunos casos, el médico también puede recetar este tipo de prácticas en los familiares y convivientes de las personas afectadas con el fin de favorecer la prevención de la sarna y evitar su propagación.

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