¿Qué son los ganglios linfáticos?
Los ganglios linfáticos son pequeñas glándulas que forman parte de nuestro sistema inmunitario. Su función es ayudar a nuestro cuerpo a eliminar las sustancias dañinas y gérmenes y luchar contra enfermedades e infecciones. Los principales ganglios del cuerpo los podemos encontrar en el cuello, debajo de la mandíbula, ingles y axilas.
¿Cuándo se inflaman los ganglios?
Cuando enfermamos, sufrimos alguna infección o incluso sufrimos de estrés, los ganglios linfáticos de nuestro cuerpo mandan una señal a nuestro sistema y se inflaman para combatir estos problemas.
Los ganglios que se inflaman son aquellos que se encuentran en la zona donde se está combatiendo la infección, pero hay algunas enfermedades e infecciones más severas (como el cáncer, VIH o la tuberculosis) que pueden hacer que se inflamen todos los ganglios del cuerpo y no sólo de una zona en concreto.
¿Cómo detectar los ganglios inflamados?
Cuando los ganglios linfáticos se inflaman, pueden cambiar de tamaño y hacerse un poco más grandes. Son palpables y pueden ser sensibles al tacto. Puede ser doloroso, por ejemplo, cuando los ganglios que están inflamados son los de la zona del cuello, hacer movimientos bruscos, girar el cuello e incluso comer. En el caso de la zona de las ingles, puede ser molesto caminar o agacharse.
Hay otros síntomas que pueden acompañar a los ganglios inflamados cuando nuestro cuerpo combate una infección, como tos, fiebre, escalofríos… aunque depende de la zona del cuerpo que esté afectada.
¿Cómo tratar los ganglios linfáticos inflamados?
El tratamiento irá dirigido a la enfermedad o infección que ha inflamado el ganglio. Si por ejemplo se inflaman los ganglios del cuello por una infección de garganta, se tratará ese virus de garganta.
Por lo general, los ganglios suelen empequeñecerse solos una vez que se ha curado la infección y duran unos días inflamados. En caso de infecciones más severas como el cáncer, es posible que los ganglios no reduzcan su inflamación hasta que no se haya curado. También suelen desaparecer cuando el afectado empieza a tomar antibióticos o medicamentos recetados. Desde casa, podemos descansar para ayudar al cuerpo a recuperarse de la infección, además de beber mucha agua y zumo.
Es importante acudir al médico…
- Cuando un ganglio inflamado supera el tamaño de una pulgada.
- Cuando los ganglios no disminuyen de tamaño aunque la infección haya remitido.
- Cuando un ganglio es muy doloroso.
- Cuando la aparición del ganglio se acompaña de síntomas como pérdida de peso rápida, dolor abdominal o fiebres altas.
- Cuando el ganglio expulsa pus o líquido.