Hipocondríaco es la persona que sufre un pánico atroz al hecho de padecer una enfermedad grave sin ninguna causa médica que lo justifique. Las personas que padecen este miedo creen que su salud corre un riesgo grave al advertir ciertas señales que califican como peligrosas.

Pero ¿qué es la hipocondría? A continuación, analizamos esta afección y ofreceremos consejos para superar el miedo o la fobia a las enfermedades.

¿Cómo vive y se relaciona con su entorno la persona hipocondriaca?

El hipocondríaco está obsesionado con la manera en la que su cuerpo funciona y cualquier cosa que note, ya sea una simple tos o un dolor leve de cabeza, es síntoma de algo grave que está por venir.

Estas personas, aunque acudan al médico y los análisis y pruebas garanticen su buen estado de salud, no pueden evitar preocuparse y seguir con su obsesión. El resultado es angustia, tensión y ansiedad que da lugar al sufrimiento y a una calidad de vida inferior.

De hecho, ellos mismos se aíslan de los demás, generan absentismo laboral y dejan de participar en eventos sociales para evitar contraer ciertas patologías.

Los principales síntomas de la hipocondría

¿Cómo saber si eres hipocondríaco? Una de las mejores maneras es familiarizarse con los síntomas de la hipocondría, ya que se reconocen fácilmente. Tal y como apunta la Sociedad Española de Medicina Interna, estos los más frecuentes:

  • Ansiedad desatada. Los hipocondríacos analizan su cuerpo una y otra vez en busca de síntomas de una posible enfermedad.
  • Pesimismo y miedo. Al sentir cualquier molestia, el hipocondríaco reacciona con mucho temor, dando lugar a pensamientos del todo pesimistas.
  • Hablar constantemente sobre sus supuestas enfermedades. El hipocondríaco vive obsesionado con los síntomas que teme padecer y hablar reiteradamente sobre ello.
  • Control del cuerpo excesivo, dando lugar a sensaciones amplificadas que ellos mismos provocan.
  • Búsqueda de información constante sobre patologías. Ahora que tenemos acceso a todo tipo de información gracias a internet, se puede convertir en una búsqueda enfermiza.
  • Visitas médicas o uso de servicios de urgencia frecuentes. Ante cualquier síntoma, el hipocondríaco cree que necesita asistencia médica rápida.
  • Aislamiento y depresión. El hipocondríaco se irá alejando de las personas cercanas y su entorno social, laboral y familiar irá decayendo.

¿Es posible superar la hipocondría?

El origen de este trastorno puede estar en la infancia y en el entorno familiar. Si te estás preguntando cómo tratar la hipocondría y superar la fobia a las enfermedades, desde aquí vamos a nombrar algunas claves importantes para intentar superarlo o al menos intentar controlarlo.

  • No dejarse llevar por los pensamientos negativos y catastrofistas que están detrás de las sensaciones experimentadas.
  • Tener claro que las sensaciones percibidas no son peligrosas ni perjudiciales. Pueden experimentarse como desagradables, pero nada más.
  • No alimentar constantemente los pensamientos para que las emociones puedan marcharse sin que el pánico aumente por momentos.
  • Pensar en el aquí y ahora, es decir, centrarse en que en ese preciso momento, el cuerpo está bien.
  • Recordar que nuestro objetivo no es evitar el miedo, sino saber afrontarlo.
  • Pensar positivamente en los avances y en las ocasiones en las que se han superado las dificultades.
  • Al sentirse mejor, planear algo con lo que sentirse bien y combatir la soledad, como dar un paseo o llamar a un amigo.
  • Retomar la actividad que se estaba llevando a cabo antes de que tuviera lugar el episodio. Eso sí, es conveniente hacerlo tranquilamente, pensando en cómo lo hemos superado.
  • Analizar cuál es el origen y si el entorno tiene que ver en ello para tomar cartas en el asunto.
  • Cuando aparezca un episodio, centrar la atención en algo concreto para acabar con la fijación desmedida al cuerpo. 
  • Emplear métodos eficaces para controlar la ansiedad como ejercicios de respiración, yoga, meditación, etcétera.
  • Pedir ayuda psicológica a un especialista si no conseguimos superarlo.

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