Cuando hablamos de calorías vacías nos referimos a aquellas que no aportan nutrientes a nuestro organismo. Es cierto que contienen una cantidad importante de energía, pero no proporcionan minerales, vitaminas, fibra… Además de ello, la ingesta de estas calorías incrementa el volumen de grasa en el cuerpo, lo que favorece la aparición de problemas de salud relacionados con la obesidad, la diabetes e incluso enfermedades cardiovasculares.

El consumo regular y no controlado de los productos ‘ricos’ en calorías vacías supone llevar a cabo una dieta hipercalórica que afecta al correcto funcionamiento del organismo. Existen muchos alimentos habituales que ingerimos en nuestro día a día y que nos aportan demasiadas calorías de este tipo en detrimento de los nutrientes necesarios. ¿Cuáles son?

Alimentos ricos en calorías vacías

Precisamente, este conjunto de alimentos suele ser de los más atractivo para los ciudadanos por su sabor, su toque dulce e incluso su propia apariencia. Entre los productos más ricos en calorías vacías, encontramos:

  • Alcohol: Es una de las bebidas que más calorías vacías contiene. La cerveza y el vino también tienen estas características, aunque también aportan ciertos nutrientes. La primera proporciona vitamina B y el segundo incluye potasio.
  • Refrescos, zumos envasados y bebidas energéticas: La alta cantidad de azúcares añadidos que albergan los convierte en productos a evitar en una dieta equilibrada. Tan solo una lata de refresco equivale a seis terrones de azúcar.
  • Ultraprocesados: Aquí se engloban a las galletas, snacks, dulces industriales de todo tipo, bollerías, helados y salsas por su alto contenido en grasas saturadas, grasas trans y harinas refinadas.
  • Azúcar de mesa: El cacao soluble o la mermelada son los ejemplos más comunes. Además, esta variedad de productos es de consumo habitual en la dieta diaria de las personas.

¿Cómo se puede evitar el consumo habitual de calorías vacías?

No es fácil disminuir la ingesta de este tipo de alimentos. De hecho, la mínima presencia de algunos de estos productos es la dieta diaria es necesaria, siempre y cuando se regule de una manera consciente. Aun así, dejar de lado en cierta medida las calorías vacías requiere una serie de pautas y cambios en la rutina alimenticia. Algunos de las recomendaciones más importantes son las siguientes:  

  • Lo primero de todo, es importante leer muy bien el etiquetado de los productos a la hora de adquirirlos. De esta manera, seremos capaces de identificar los nutrientes y calorías que nos aportan y valorar así su idoneidad para nuestro organismo.
  • Apostar por la verdura y las hortalizas es sinónimo de beneficio. La coliflor, el brocoli, la zanahoria y todas sus acompañantes contienen muchos nutrientes, fibra y son bajas en calorías.
  • Evitar las comidas fritas y cocinar los alimentos hervidos, asados o a la plancha para disminuir la ingesta de calorías vacías.
  • El agua como principal bebida en sustitución de refrescos, bebidas energéticas o alcohol. La razón de que el agua sea tan beneficiosa es que es una bebida muy saciante a diferencia del resto, lo que ayuda a controlar la falsa sensación de hambre y evitar así el consumo de snacks u otros ultraprocesados típicos.
  • Como último consejo, el aderezo de las comidas con salsas solo mejor su sabor, pero no añade nutrientes en nuestros platos. Utilizar las distintas especias que existen como la pimienta, el orégano, la albahaca, el laurel o la nuez moscada son opciones mucho más beneficiosas.

Aunque pueda perecer complicado, ganarle la batalla a las calorías vacías no es imposible. Con unos nuevos y sencillos hábitos, podemos ayudar a nuestro organismo mucho más de lo que imaginamos y seremos capaces de notar las ventajas de una dieta alimentaria más saludable.

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