Los sofocos son uno de los síntomas más comunes y molestos de la menopausia, afectando aproximadamente al 70-80% de las mujeres durante esta etapa. En este artículo, explicaremos por qué se producen los sofocos y cómo puedes combatirlos de manera efectiva.
Por qué se producen los sofocos
Los sofocos se deben principalmente a los cambios hormonales que ocurren durante la menopausia, especialmente a la disminución de los niveles de estrógeno. Este cambio hormonal hace que el hipotálamo, que actúa como el «termostato» del cuerpo, se vuelva más sensible a los cambios de temperatura corporal. Cuando el hipotálamo percibe un aumento de temperatura, activa mecanismos para enfriar el cuerpo, lo que se manifiesta como un sofoco.
Síntomas típicos de los sofocos:
- Sensación repentina de calor en el pecho, cuello y rostro.
- Enrojecimiento de la piel.
- Ritmo cardíaco acelerado.
- Sudoración, principalmente en la parte superior del cuerpo.
- Escalofríos al finalizar el episodio.
- Sensación de ansiedad.
Factores de riesgo
Algunos factores que pueden aumentar la probabilidad o intensidad de los sofocos incluyen el tabaquismo, la obesidad, la raza (más frecuentes en mujeres afroamericanas y europeas), la menopausia precoz o quirúrgica, y el consumo de alcohol.
Cómo combatir los sofocos
1. Cambios en el estilo de vida
Adoptar ciertos hábitos puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los sofocos:
- Mantén las estancias bien ventiladas.
- Evita cambios bruscos de temperatura.
- Viste con varias capas de ropa para quitártelas fácilmente.
- Identifica y evita alimentos y bebidas que puedan desencadenar sofocos, como comidas picantes, cafeína y alcohol.
2. Terapia hormonal
La terapia hormonal es uno de los tratamientos más eficaces para los sofocos, pero conlleva ciertos riesgos. Es importante consultar con tu médico para evaluar los beneficios y riesgos en tu caso particular.
3. Medicamentos no hormonales
Algunos antidepresivos y anticonvulsivos pueden ser útiles para reducir la frecuencia de los sofocos. Consulta con tu médico para conocer las opciones adecuadas para ti.
4. Terapias alternativas
Aunque la evidencia no es concluyente, algunas mujeres encuentran alivio con técnicas como la relajación, el yoga o la acupuntura. Estas opciones pueden ser consideradas como complementarias al tratamiento convencional.
5. Suplementos alimentarios
Los fitoestrógenos presentes en la soja podrían ayudar a aliviar los sofocos, aunque los estudios no son definitivos. Siempre consulta con tu médico antes de tomar cualquier suplemento.
6. Mantén un peso saludable
La obesidad está asociada con una mayor frecuencia de sofocos. Mantener un peso saludable puede contribuir a reducir los síntomas.
Es importante recordar que los sofocos suelen disminuir con el tiempo, aunque en algunas mujeres pueden persistir durante años. Si los sofocos interfieren significativamente con tu calidad de vida, consulta con tu médico para explorar las opciones de tratamiento más adecuadas para ti.