La distensión abdominal es una afección en la que el abdomen se siente lleno y apretado y, a menudo, se ve hinchado. Esta sensación puede ser incómoda y, en algunos casos, también dolorosa. Además de estas señales, otros síntomas de la distensión abdominal pueden ser el exceso de gases, las náuseas, los cambios en el tránsito intestinal o los ruidos inusuales que provienen del intestino, por lo que conviene no obviar estos síntomas.
Además, esta afección tiene un impacto notable en nuestra calidad de vida debido que el malestar abdominal puede causar dificultades para conciliar el sueño, al mismo tiempo que puede provocar alteraciones psicológicas como estrés o ansiedad derivadas de esta enfermedad.
Causas de la distensión abdominal
Esta afección puede tener diversas causas, aunque las más comunes son las siguientes:
- Intolerancia a la lactosa, la cual puede provocar gases y distensión.
- Enfermedad celíaca, ya que el consumo de alimentos con gluten puede causar hinchazón, gases y diarrea.
- Dieta baja en fibra, que puede ralentizar el tránsito intestinal.
- Falta de actividad física.
- Retención de líquidos.
- Exceso de ingestas alimenticias, provocando una sensación de plenitud.
- Alteraciones posturales, ya que la postura del cuerpo es clave en la salud abdominal.
¿Cómo tratar la distensión abdominal?
Aunque depende de las causas que hayan provocado la afección, existen una serie de pautas generales que ayudan a que desaparezca esa sensación incómoda de nuestro cuerpo. Algunas de las principales recomendaciones son:
- Modificar la dieta: Reducir la ingesta de alimentos que producen gases, como los carbohidratos difíciles de digerir.
- Aumentar la actividad física: El ejercicio regular puede ayudar a mejorar el tránsito intestinal.
- Medicamentos: Como los antiflatulentos o probióticos para mejorar la digestión y reducir la hinchazón.
- Hidratación: Beber suficiente agua puede ayudar a prevenir el estreñimiento y reducir la hinchazón.
Si la sensación de molestia abdominal no desaparece, es importante considerar acudir a un profesional, especialmente si experimentas algunos síntomas como el dolor abdominal intenso, fiebre, vómitos persistentes, pérdida de peso inexplicada, sangre en las heces o hinchazón persistente.