Todos nos hemos quedado sin voz en algún momento en el que hemos forzado en exceso las cuerdas vocales. Este fenómeno de la afonía se puede presentar mediante dos maneras: parcial, lo que conocemos como ronquera o total, cuando nuestra voz suena como si se tratase de un susurro.

En este sentido, cuando estamos afónicos, los principales síntomas que presentamos son el dolor en la garganta al tragar, el picor o ardor, la dificultad para hablar en cualquier tipo de tono y el cansancio vocal.

¿Por qué se produce la afonía?

Las razones por las cuales llegamos a padecer afonía son muy variadas, incluso puede deberse también a causas psicológicas. Algunos de factores causantes de la afonía son:

  • Forzar o fingir habitualmente la voz: Estos cambios bruscos de tono, repetidos continuamente, pueden promover el desarrollo de afonía. Asimismo, la práctica de hablar demasiado también perjudica a nuestra voz.
  • Bajas temperaturas: Los lugares y los alimentos fríos como los helados pueden acarrear problemas de afonía. Además, no estar adecuadamente abrigado ante bajas temperaturas también favorece la aparición de la afonía.
  • Laringitis: La inflamación de las cuerdas vocales, provocado por un resfriado o cualquier otro tipo de afección respiratoria es otra de las causas de la afonía.
  • Estrés y ansiedad: Estas enfermedades también pueden tener consecuencia en nuestras cuerdas vocales, debilitándolas y favoreciendo la pérdida de la voz.

Cómo tratar la afonía adecuadamente

Aunque el tratamiento de la afonía puede depender de las causas de su aparición, las siguientes prácticas son habituales en la tarea de recuperar la voz:

  • Descanso vocal: Evita hablar en exceso y utiliza tu voz solo cuando sea necesario. Trata de hablar en un tono suave y relajado para evitar forzar las cuerdas vocales.
  • Hidratación: Bebe mucha agua para mantener las cuerdas vocales hidratadas. Evita el alcohol y la cafeína, ya que pueden contribuir a la sequedad de la garganta.
  • Ambiente húmedo: Utiliza un humidificador en tu hogar para mantener el aire húmedo, especialmente durante los meses de invierno cuando el aire tiende a ser más seco.
  • Gárgaras con agua salada: Mezcla una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y haz gárgaras varias veces al día para aliviar la irritación de la garganta.
  • Evitar irritantes: Evita el humo del tabaco y la exposición a productos químicos irritantes que puedan empeorar la afonía.
  • Consultar a un médico: Si la afonía persiste durante más de dos semanas o si experimentas otros síntomas preocupantes, como dificultad para tragar o respirar, es importante que consultes a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento específico.

Consejos para evitar quedarnos sin voz

Quedarse sin voz nos produce una incomodidad en nuestra rutina diaria, por lo que la mejor opción es optar por cuidar de la salud de nuestras cuerdas vocales para evitar la aparición de la afonía.

Ante ello, algunas recomendaciones para prevenir la pérdida de voz pasan por descansar físicamente las horas necesarias (incluyendo el tiempo de sueño), respirar adecuadamente, evitar toser o carraspear con frecuencia o no consumir bebidas o alimentos excesivamente fríos.