Los pacientes con dificultades para conciliar el sueño o insomnio crónico manifiestan también problemas durante el día debido a la falta de calidad y cantidad del sueño. Si además estos problemas se repiten durante tres días a la semana y se alargan durante dos meses, estaríamos hablando de un problema de insomnio crónico. Así de ha puesto de manifiesto durante el XVI Congreso de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), que ha tenido lugar del 11 al 13 de mayo, en la mesa de debate ‘El insomnio en el punto de mira: la noche y el día como objetivo’, en la que los expertos han valorado la importancia de abordar no sólo los problemas nocturnos del mismo, sino también los diurnos.
Los problemas que presentan los pacientes con insomnio están relacionados con la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o la presencia de un despertar precoz aun teniendo las condiciones adecuadas para dormir. La falta de sueño durante el día se asocia a síntomas como somnolencia, pérdida del rendimiento o irritabilidad, que pueden acabar afectando al entorno social, laboral o educativo de aquellas personas que lo padecen. La presencia de impacto diurno es un requisito necesario para diagnosticar trastorno de insomnio crónico según las guías diagnósticas DSM-5.
Tratamiento a largo plazo del insomnio
Según lo establecido por las guías europeas de práctica clínica para el tratamiento farmacológico del insomnio en adultos, lo recomendado a corto plazo -durante un período menor a 4 semanas- son benzodiazepinas, otros hipnóticos no-benzodiazepínicos (denominados fármacos Z) y antidepresivos sedantes. Estos fármacos, si bien permiten la inducción al sueño, alteran su arquitectura, provocando en muchos casos tolerancia y dependencia.
Asimismo, el doctor Cecilio Álamo, Catedrático Universitario de Farmacología y Prof. Emérito de la Universidad de Alcalá, ha incidido en los efectos adversos de las benzodiazepinas: “Entre otros, pueden provocar una sedación diurna excesiva, agresividad y violencia paradójica, trastornos de la memoria, deterioro cognitivo, riesgo de demencia, tolerancia, dependencia, insomnio de rebote, ansiedad a la supresión, síndrome de retirada, incoordinación motora o caídas”. Y ha destacado que “con algunos hipnóticos los pacientes pueden dormir más rápido, durante más tiempo y con menos despertares, pero no pueden sentir ningún beneficio en la vida cotidiana”.
En este sentido, Daridorexant, el primer antagonista dual de los receptores de la orexina (DORA) aprobado en Europa, supone una alternativa para tratar el insomnio crónico. Los DORA permiten que el sueño ocurra de forma fisiológica, favoreciendo el descanso y disminuyendo los despertares anómalos.
Sobre Daridorexant, el doctor Javier Albares, neurofisiólogo clínico y fundador y director de Medicina del Sueño Doctor Albares, Centro Médico Teknon Barcelona, ha explicado que “su perfil farmacocinético/farmacodinámico favorece un rápido inicio y mantenimiento del sueño durante la noche, sin efectos residuales relevantes a la mañana siguiente”. Los resultados en los estudios han demostrado que Daridorexant se tolera bien en adultos tanto jóvenes como mayores; presenta una baja incidencia de somnolencia y caídas, no muestra evidencia de insomnio de rebote, síntomas de abstinencia tras suspender el tratamiento, ni evidencias de efectos adversos que sugieran potencial de abuso de fármacos.