La alimentación saludable se ha convertido en los últimos años en una prioridad para la sociedad y cada vez son más las personas que buscan fórmulas para comer de la forma más sana. Una de las tendencias que ha ganado más fuerza es la de cocinar sin aceite, sin tener que renunciar al sabor.
Los beneficios del aceite de oliva son innumerables: mejora el sistema inmunitario frente a los virus, mejora la circulación, favorece la función digestiva, es rico en vitaminas, etc. Aún así, su uso en exceso produce en nuestro cuerpo un alto contenido en calorías que hay que controlar.
Beneficios de cocinar sin aceite
Reducir el consumo de aceite en nuestras recetas puede ayudarnos a evitar el consumo de grasas malas en nuestra dieta. Freír o sofreír los alimentos en aceite favorece la aparición de grasas trans que son las más perjudiciales al generar la aparición de enfermedades graves, tales como problemas cardiovasculares o cáncer.
En esta línea, se disminuye también el consumo de calorías y comes de forma más ligera. De esta forma, la digestión se produce de forma más ligera y se reducen los problemas gástricos.
Por otro lado, eliminar el aceite de las recetas ayuda a respetar el sabor de los alimentos por lo que puede permitirte descubrir sabores nuevos en tus recetas de siempre.
Por último, cocinar sin aceite te permite ensuciar menos y no contaminar el ambiente, ayudándote a reducir los tiempos a la hora de limpiar después de cada comida.
Trucos para cocinar sin aceite
Además de las freidoras de aire caliente que permiten cocinar sin aceite y que se han puesto tan de moda en los últimos años, existen otros métodos para cocinar sin usar aceite. Uno de los más habituales es el salteado sin aceite. Se trata de una forma de cocinar muy saludable pero que requiere de sartenes con capa antiadherente para evitar que la comida se pegue en el fondo.
Otra opción para cocinar sin aceite es el uso del horno, que ayuda a omitir el aceite las grasas en todas las recetas de carne, pescado y verduras. También puedes recurrir a la cocina a vapor que ayuda a conservar mejor los nutrientes de los alimentos y a dejar las verduras mucho más sabrosas que con otros métodos de cocción.
Por último, una técnica menos conocida es la de caramelizar. Consiste en cortar verduras en trocitos y colocarlas en una sartén caliente a baja temperatura. De esta forma, tendrás que añadir un poco de líquido, ya sea caldo de verduras o agua, dejando que se cocinen a fuego bajo mientras se ablandan.
Además de estas técnicas de cocina, se pueden utilizar aliños diferentes que ayuden a comer sano y rico. Entre las distintas opciones podemos encontrar el zumo de limón, las especias, la lecha, el caldo vegetal o las hierbas aromáticas.