La pérdida de apetito puede ser algo transitorio sin demasiada importancia en algunas personas, como síntoma de una situación de estrés puntual o de haber ingerido demasiados alimentos durante los las anteriores. Sin embargo, si esto se da en un tiempo ligeramente prolongado, sucede de golpe y sin razón aparente, puede ser un síntoma algo más serio.

Pero, ¿cuáles son las causas de la pérdida de apetito? Lo cierto es que pueden ser muy variadas y de distinta gravedad, pero conviene tenerlas en cuenta pata realizar una consulta médica si esta situación es persistente. A continuación, explicamos cuáles son los focos más comunes.

La pérdida de apetito, ¿qué es?

Según indica la Guía de Algoritmos en Pediatría de Atención Primaria la falta de apetito afecta hasta un 20-30% de los niños, pero solo entre el 1 y el 5% tienen un

trastorno grave de la alimentación desde el punto de vista psiquiátrico. En adultos es mucho más complicado realizar una estimación realista, pues son menos tendentes a poner atención en estos cambios de conducta mientras no resulten muy significativos y prolongados en el tiempo.

Pero, ¿qué entendemos como una pérdida de apetito? Esto se refiere a una reducción del deseo por alimentarse que puede tener un desencadenante de tipo psicológico o físico. De por sí, la situación es anormal en cualquier persona sana, pues la alimentación es un instinto natural que no se pierde cuando todo funciona correctamente.

Causas de la falta de apetito más comunes

Lo más común es que la pérdida de apetito venga asociada a algún tipo de infección viral y que el paciente asocie este síntoma rápidamente con otra afección latente. No obstante, puede haber causas muy variadas para que se dé esta circunstancia.

A continuación te descubrimos las principales causas de la pérdida de apetito:

  • Estados gripales o resfriados comunes.
  • Infecciones respiratorias o bacterianas.
  • Estreñimiento y problemas estomacales.
  • El reflujo ácido.
  • Una intoxicación alimentaria o alergia.
  • Anorexia.
  • Intolerancia a determinados ingredientes.
  • Desequilibrios hormonales.
  • Efectos secundarios del uso de determinados fármacos.
  • Cuadros de estrés.
  • Consumo de drogas u otras sustancias.

Factores de riesgo que pueden derivar en la falta de apetito

Hay determinados factores de riesgo, condiciones físicas o enfermedades que pueden derivar en una pérdida del apetito directamente relacionada con ellas. Son las siguientes.

Problemas psicológicos

Cuando hay problemas psicológicos en los pacientes, estos pueden presentar determinados síntomas físicos derivados y uno de los más comunes es la pérdida del apetito. Esto sucede en casos de depresión, ansiedad, desórdenes alimentarios como la anorexia e incluso ante la aparición de ataques de pánico.

El factor de la edad

En los adultos de edad avanzada puede aparecer una falta de apetito con mayor facilidad que en otras franjas de edad, por lo que es un factor de riesgo a tener en cuenta. Esto se debe habitualmente a la aparición de problemas relacionados con el sistema digestivo, la variación en el sentido del olfato o del gusto y a los cambios hormonales propios de la edad.

Ciertos tipos de cáncer

Cuando los tumores aparecen en zonas relacionadas con esta función, como el estómago o el páncreas, pueden manifestarse con una pérdida de las ganas de comer o del peso de una forma muy repentina. Para identificar este tipo de causas, es importante conocer otros síntomas asociados con los que se suele manifestar, que son los siguientes:

  • Sensación de acidez en el estómago.
  • Ardor estomacal.
  • Sensación de saciedad con una ingesta comedida.
  • Un color amarillento en los ojos o en la piel.
  • Aparición de sangre en las heces.

Con esta combinación de síntomas, se hace indispensable acudir cuanto antes a un especialista para que haga un diagnóstico exacto de la situación.

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