El suero fisiológico, también denominado como solución salina, es una solución acuosa que contiene compuesta de cloruro de sodio, es decir sal común, disuelto en agua destilada, concentración semejante al plasma sanguíneo. El suero, en función de la concentración de sal que contenga, puede ser fisiológico, hipertónico o isotónico. Con esta composición que genera importantes propiedades y beneficios en el campo clínico, el suero fisiológico se utiliza en diversos contextos médicos. En función del uso que quiera hacerse, existen distintas presentaciones para hacerlo más eficaz y útil.

Usos del suero fisiológico

Esta solución salina puede utilizarse en distintas partes del cuerpo como pueden ser los ojos, la nariz, los oídos, las heridas o las mucosas, entre otros.

Uno de los principales usos del suero fisiológico es la limpieza o higienización de heridas o quemaduras, ya que su composición ayuda a eliminar sustancias irritantes o contaminantes, ayudan a facilitar la cicatrización y evitando la aparición de infecciones.

En esta misma situación el suero se utiliza para la higiene nasal, ayudando a eliminar la mucosidad, hidratando y eliminado la sequedad; higiene ocular, en procesos de conjuntivitis, alergias o presencia de algo molesto; y la higiene auricular, ayudando a limpiar la cera que aparece en el conducto auditivo y eliminar los depósitos de cerumen que pueden tener consecuencias negativas.

Otro uso importante del suero fisiológico es su función como vehículo para la administración de medicamentos y dilución de sustancias, como es el caso de la administración intravenosa de fármacos. Se trata de un uso totalmente seguro porque esta solución no interactúa ni afecta la estabilidad de los principios activos.

Además, este producto se usa en terapia de rehidratación oral para tratar la deshidratación leve o moderada, ya sea en niños o adultos, ayudando a restablecer el equilibrio de los líquidos y los electrolitos en el organismo del paciente. En este caso ayuda a restablecer los niveles de sodio, potasio y otros electrolitos esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo.

En aerosolterapia, la administración de sustancias por vía inhalada mediante nebulizadores, su uso ayuda a alcanzar concentraciones superiores en la zona bronquial.

En procedimientos médicos invasivos, tales como cirugías y exámenes endoscópicos, el suero fisiológico permite irrigar y limpiar las áreas tratadas, manteniendo la humedad necesaria y favoreciendo la recuperación del paciente.

Por último, en menor porcentaje, se usa para detener episodios de sangrado o enfriar herramientas quirúrgicas.

Distintas presentaciones y formatos del suero fisiológico

El suero fisiológico puede presentarse en distintos formatos en función del uso que se vaya a hacer de él, con el objetivo de facilitar y optimizar su aplicación.

La presentación más pequeña se da en los llamados viales de cara a que puedan usarse en cualquier lugar y transportar fácilmente. Suelen ser de un solo uso por lo que son totalmente estériles hasta que se abren.

También podemos encontrar las gotas que suelen usarse casi exclusivamente para los lavados oculares.

Por su parte, el suero en spray, que se encuentra disponible en farmacias, suele usarse para los lavados nasales y suele ser fácilmente transportable.

Los formatos de mayor tamaño son los frascos. Por un lado, encontramos suero de este tipo para aquellos momentos en los que necesitamos mayor cantidad de líquido como la limpieza de heridas y quemaduras. Por otro lado, tenemos frascos de inyección intravenosa para su uso en el ámbito hospitalario, ya sea para la hidratación del paciente o para la administración de medicamentos.