La hipertensión ocular se produce cuando la presión del interior del ojo supera el rango considerado normal, es decir, por encima de los 21 milímetros de mercurio (mm Hg). La presión intraocular aumenta con la edad, aunque este aumento también puede estar asociado a otras causas o patologías oculares.

Es por ello que, para evitar cualquier complicación o el desarrollo de comorbilidades asociadas como el glaucoma, es recomendable acudir a revisiones oftalmológicas de forma periódica a partir de los 40 – 60 años.

¿Cuáles son las causas de la hipertensión ocular?

La principal causa que produce la hipertensión ocular es un drenaje insuficiente del humor acuoso. El humor acuoso es un líquido transparente que se produce, circula y se drena por el segmento anterior del ojo. Sin embargo, cuando no se consigue drenar, provoca un aumento de la presión en el interior.

Además de la producción excesiva de humor acuoso, existen otras causas que pueden provocar una presión intraocular alta como son los efectos secundarios de algunos fármacos.

Ciertos medicamentos con esteroides tienen una gran posibilidad de producir hipertensión ocular. Antes de iniciar cualquier tratamiento con este tipo de medicamentos, en esencial consultar a nuestro profesional sanitario.

Por otro lado, la genética también influye en los niveles de la presión intraocular. Las personas con piel más oscura, tienen mayor probabilidad de sufrir hipertensión ocular.

Los antecedentes familiares de hipertensión ocular u otras enfermedades oculares asociadas, así como la miopía o la hipermetropía alta aumentan el riesgo de padecer esta afección.

Principales síntomas

Al contrario que otras afecciones oculares, la mayoría de los síntomas de la hipertensión ocular pasan inadvertidos, lo que provoca que, en muchos pacientes, este problema no se diagnostique a tiempo.

Por ello, es importante realizar controles y revisiones periódicas con el oftalmólogo para vigilar y controlar la tensión de los ojos.

Únicamente en aquellos casos en los que aparece de forma repentina, debido a un ataque de glaucoma agudo, es posible detectarlo al instante.

Tratamiento para la hipertensión ocular

Para la presión intraocular elevada existen diversos tratamientos:

  • Tratamiento farmacológico: por un lado, medicamentos que ayudar al ojo a liberar el humor acuoso y reducir la presión ocular. Por otro lado, betabloqueadores o fármacos que ayudan a reducir la presión arterial y el sobreesfuerzo cardiovascular.
  • Intervención quirúrgica con el objetivo de drenar los ojos y reducir la presión, así como prevenir síntomas o complicaciones.

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