Las legañas en los ojos de un bebé pueden ser motivo de preocupación para los padres, especialmente si se presentan de manera constante o acompañadas de otros síntomas. Aunque en la mayoría de los casos no son un problema grave, es importante conocer las posibles causas y su tratamiento adecuado.
¿Qué son las legañas y por qué se forman?
Las legañas son una mezcla de moco, lágrimas secas y células muertas que se acumulan en los ojos. Suelen tener una consistencia pegajosa o seca y su color puede variar de transparente a amarillo o verdoso. Es normal que el bebé presente algo de secreción ocular, pero cuando las legañas son excesivas o acompañadas de enrojecimiento e irritación, puede ser señal de una condición subyacente que requiere atención.
Principales causas de legañas en bebés
Existen varias razones por las que los bebés pueden producir más legañas de lo habitual, siendo éstas las más comunes:
Conducto lagrimal obstruido
Una de las causas más frecuentes de legañas en los bebés es el conducto lagrimal obstruido, también conocido como dacriostenosis. Ocurre cuando los conductos que drenan las lágrimas hacia la nariz están bloqueados o no se han desarrollado completamente.
Es muy común en recién nacidos y suele resolverse por sí solo a medida que el conducto se abre. Mientras tanto, se puede limpiar suavemente las legañas con un paño limpio y húmedo.
Conjuntivitis
La conjuntivitis es otra causa común de legañas en los bebés. Sucede cuando se inflama la membrana que recubre los ojos, llamada conjuntiva. Existen tres tipos principales de conjuntivitis: viral, bacteriana y alérgica.
- Conjuntivitis viral: Suele estar asociada con infecciones respiratorias, como el resfriado común. Las legañas pueden ser claras o ligeramente amarillas.
- Conjuntivitis bacteriana: Esta forma produce secreción más espesa y de color amarillento o verde, además de enrojecimiento e hinchazón en los párpados. A menudo afecta a ambos ojos.
- Conjuntivitis alérgica: Es menos común en bebés, pero puede ocurrir si hay exposición a alérgenos. En este caso, las legañas son más claras y acompañadas de picazón o enrojecimiento.
Si sospechas que tu bebé tiene conjuntivitis, es recomendable acudir al pediatra para un diagnóstico adecuado y el tratamiento correspondiente.
Irritación por agentes externos
Los bebés tienen ojos muy sensibles y es posible que generen legañas como respuesta a irritantes del entorno, como polvo, humo, o incluso el cloro de las piscinas.
Infecciones respiratorias
Las infecciones respiratorias, como los resfriados, también pueden aumentar la producción de legañas en los bebés. Al tener las vías respiratorias congestionadas, los conductos lagrimales pueden verse afectados, lo que genera más secreciones oculares. Esta situación suele resolverse una vez que la infección respiratoria desaparece.
Tratamientos y cuidados recomendados de las legañas
El tratamiento de las legañas en bebés depende de la causa subyacente. En la mayoría de los casos, no se requiere un tratamiento agresivo, pero sí es importante mantener una buena higiene ocular para evitar complicaciones.
Limpieza suave
Una de las primeras medidas para tratar las legañas es la limpieza regular de los ojos del bebé. Utiliza un paño limpio o una gasa empapada en agua tibia para limpiar suavemente las secreciones acumuladas. Recuerda lavar tus manos antes de tocar los ojos del bebé para evitar infecciones. Si los ojos se pegan, repite la limpieza varias veces al día.
Masaje del conducto lagrimal
Si el bebé tiene el conducto lagrimal obstruido, un masaje suave en la parte interna del ojo puede ayudar a estimular el flujo de lágrimas. El pediatra puede enseñarte cómo realizar este masaje de manera segura. El procedimiento implica aplicar una leve presión con el dedo en la esquina del ojo y deslizarlo hacia abajo a lo largo del costado de la nariz.
Uso de colirios o antibióticos
En caso de conjuntivitis bacteriana, el pediatra puede recetar colirios antibióticos para tratar la infección y reducir la secreción ocular. Nunca uses medicamentos sin la orientación del médico, ya que los ojos del bebé son muy sensibles. Para la conjuntivitis viral, suele ser suficiente la limpieza regular hasta que el virus desaparezca por sí solo.
Evitar irritantes
Es importante mantener al bebé alejado de irritantes como el humo, productos químicos fuertes o ambientes polvorientos. Si llevas al bebé a la piscina, asegúrate de enjuagar bien sus ojos con agua limpia después del baño para eliminar el cloro.
¿Cuándo consultar al pediatra?
Aunque las legañas en bebés suelen ser benignas, si notas alguno de los siguientes síntomas, es importante acudir al pediatra:
- Legañas espesas y verdosas que persisten durante varios días.
- Enrojecimiento e hinchazón alrededor de los ojos.
- Dificultad para abrir los ojos debido a la cantidad de secreciones.
- Fiebre o irritabilidad en el bebé.
El pediatra podrá hacer un diagnóstico adecuado de las causas de las legañas en el bebé y ofrecer el tratamiento más adecuado para cada caso.