Conocer el impacto negativo y los efectos perjudiciales del tabaco sobre la salud, puede ayudar a personas fumadoras en su deshabituación tabáquica.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es la primera causa evitable de enfermedad y muerte prematura en el mundo. Solo en Europa, el tabaco provoca 1,2 millones de muertes cada año.
El tabaquismo está directamente relacionado con enfermedades como el cáncer, siendo la principal causa de las muertes por cáncer de pulmón, y más de la mitad de las enfermedades del corazón.
El Ministerio de Sanidad señala que, en España, mueren más de 50.000 personas a causa del tabaco. Asimismo, su consumo incrementa hasta en un 70% el riesgo de morir prematuramente por enfermedades asociadas.
¿Cómo afecta el tabaco a la salud?
El tabaco afecta negativamente a todo el organismo. El humo del cigarro contiene más de 7.000 sustancias químicas, y al menos, 70 son cancerígenas.
Al fumar, estas sustancias llegan rápidamente a los pulmones, y de ahí, pasan a la sangre, que las distribuye por todo el cuerpo hasta alcanzar los tejidos de todos los órganos.
Pulmones
Fumar daña las vías respiratorias y la función pulmonar. Esto hace que, en personas con enfermedades como EPOC o asma, su patología se agrave.
El tabaco está relacionado con el riesgo de sufrir enfermedades pulmonar obstructiva crónica, bronquitis crónica y enfisema. Todas ellas sin cura.
Asimismo, las sustancias que contiene el humo del tabaco irrita las vías respiratorias y los pulmones, lo que provoca la aparición de la denominada “tos del fumador”.
Corazón y vasos sanguíneos
El tabaco también tiene un efecto muy perjudicial para el corazón y los vasos sanguíneos. El tabaquismo está directamente relacionado con patologías como la enfermedad coronaria, la hipertensión arterial o la enfermedad arterial periférica.
Incluso, fumar disminuye los niveles de colesterol “bueno” (HDL) en la sangre, y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, infarto y accidente cerebrovascular.
Cerebro y sistema nervioso
Uno de los efectos perjudiciales más comunes del tabaco sobre la salud es su adicción. La nicotina que contiene actúa en el cerebro y sistema nervioso de la persona fumadora alterando su estado de ánimo.
Al igual que ocurre al consumir otras drogas adictivas, cuando una persona fumar, produce menos dopamina (sustancia química relacionada con el placer y la adicción), pero esta deficiencia se revierte cuando la persona dejar de fumar.
Es muy habitual que las personas fumadoras se vuelvan dependientes del tabaco, y experimentan síntomas físicos y psicológicos de abstinencia como irritabilidad, nerviosismo o insomnio cuando dejan de hacerlo.
Vida sexual y aparato reproductor
El tabaco también influye negativamente en la vida sexual y el aparato reproductor, tanto masculino como femenino. En las mujeres, el consumo del tabaco fomenta la sequedad y atrofia vaginal, lo que provoca relaciones sexuales dolorosas y reduce el placer sexual.
Además, fumar aumenta la dificultad para quedar embarazadas y/o tener problemas en el embarazo (embarazo ectópico, mayor probabilidad de ruptura de membrana prematura y placenta, hemorragia, aborto, problemas en el feto…).
En los hombres, fumar daña las arterias y el flujo de sangre, factor esencial para que se produzcan las erecciones. El tabaquismo incrementa el riesgo de sufrir disfunción eréctil e impotencia sexual, así como reducir la fertilidad.
Salud bucodental
Otro de los efectos perjudiciales de fumar es el que ejerce sobre la salud bucodental.
Al fumar, la nicotina y el alquitrán que contiene el tabaco se deposita sobre la superficie dental, provocando que estos se vuelvan más amarillos. A su vez, produce halitosis y sequedad e irritación de las mucosas de la boca y las vías respiratorias.
El tabaco también influye negativamente en la salud de las encías y la degeneración de los dientes. Entre otras cosas, deteriora el sentido del gusto y del olfato, y aumenta el riesgo de padecer periodontitis y la aparición de caries.
Enfermedades asociadas al consumo del tabaco
- Bronquitis crónica
- Enfisema pulmonar
- Cáncer de pulmón
- Hipertensión arterial
- Cataratas
- Baja densidad ósea
- Úlcera gastrointestinal
- Gastritis crónica
- Cáncer de laringe
- Diabetes tipo 2
- Artritis reumatoide
- Cáncer bucofaríngeo
- Cáncer renal
- Cardiopatías coronarias
- Degeneración macular